martes, diciembre 13, 2005

Atletismo. Akiles 2005


NEW PB 36:06
Sul - Protagonista y enviado especial.

La siguiente crónica, por estar narrada por el propio protagonista, está destinada en gran medida a su propio deleite. No busca encontrar la aceptación del público en general ni de la crítica en particular. Tampoco la necesita.
Si la escribo es por la insistencia del editor Bufón, y ya de paso por poder revivir en el futuro la sensación de satisfacción que me inundó tras la carrera.


Hora: 9:40. Situación: delante de mi casa. Sólo quedaban 20 minutos para que comenzase la Akiles y todavía había que llegar, dejar el coche, recoger el chip y vestirse con la ropa de carrera. Mi estado de nervios era frenético. No podía creer que tras un año esperando mi carrera favorita y con posibilidades de superar mi mejor marca, me la iba a perder. El coche no pasaba de 90, y yo sólo pensaba en bajar y correr y correr y correr...
Al final logramos aparcar a las 9:50. No había tiempo. Volé hasta la salida. La carrera no había comenzado y ya jadeaba. Recogí el chip, me cambié en un nanosegundo, dejé mi mochila en el guardarropa y aligeré mi vejiga en el lago :D. ¡No había tiempo! Ni siquiera pude protegerme los dedos de los pies, pero ¿acaso tuvo Filípides tiempo de despedirse de los suyos?

Me coloqué en la salida. A pesar de haber estudiado situarme en las posiciones más adelantadas -con la intención de recortar tiempo en el siempre lento primer kilómetro-, la horda de corredores no estaba dispuesta a cederme ningún hueco. Una vez más saldría desde la mitad posterior de la marabunta. Sin tiempo para concentrarme, escuché el pistoletazo, o lo que quiera Dios que fuera, que dio la salida. En ese instante, todavía un poco acelerado por las prisas anteriores, con la mente en otro lado, pensé que las opciones de conseguir mi objetivo eran pequeñas. Estaba tenso y con poca confianza. Daba por sentado que eso me iba a pasar factura, incluso la sombra de alguna excusa expiatoria ya vagaba por mi cabeza. Pero no era el momento de lamentarse, era la hora de la verdad. La Historia ya se encargaría de juzgar las circunstancias. Empecé a correr…

Como siempre mi principio fue adelantando por el barro, entre espectadores, y esquivando árboles y señales. La respiración era fuerte y muy fría, extremadamente fría, como a mí me gusta. En el paso por el primer kilómetro el cronómetro se iba hasta los 4:20 y en el segundo hasta los 8 minutos justos. No estaba mal para los cálculos que me había hecho la noche anterior. Lo importante era pasar por el kilómetro 4 sin superar los 16 minutos. Entre los 2000 y los 4000 metros están las cuestas que deben ser las que dan esa fama de carrera dura a la Akiles, pero que sinceramente, yo no las veo para tanto. Marqué un kilómetro más, el tercero, a ritmo de 4 minutos para ya despuntar un poco en el paso por el cuarto. El cronómetro marcaba 15:42 y estaba bastante contento ya que el año pasado no había sido capaz de pasar por el mismo punto hasta los 16:11. Además las sensaciones eran buenas. Ahora venía una bajada de 2 kilómetros y con el ritmo de carrera de Rivas podía estar en meta en los 36 y mucho, y superar así por fin, mi mejor marca de 37:04.

La agencia jEFE había asegurado que los 10 Km de Rivas estaban mal medidos por ser menos, y por tanto a pesar de que me sentía en mejor forma que nunca, no me atrevía a creer que bajar de 37 minutos era una realidad. No era consciente de que estaba bastante más fuerte que en la anterior carrera, no obstante no iba a tardar mucho en desengañarme.
Los siguientes 2 kilómetros fueron rapidísimos para mi nivel. Tan solo me costaron 6:29. Ya iban 22:11 en total y no había síntomas de extenuación. Ahora sí lo tenía claro, había llegado mi momento. Era tal la fuerza con la que me veía respecto a Rivas que no me quería conformar con marcar un ritmo de 3:40 y bajar ligeramente de 37 en meta. Puse la velocidad de crucero y para cuando me quise dar cuenta ya estaba en el kilómetro 9 con 32:56 en mis piernas.
Entonces conocí al que iba a ser mi rival en la meta. Lo mejor estaba por llegar. Un muchacho de unos 35 años que había adelantado unos 300 metros antes, me sobrepasó a un ritmo muy superior al mío. Era la primera vez en toda la carrera que el que adelantaba no era yo, pero si hay algo que me gusta de correr es el sprint final. A duras penas en el kilómetro 9,5 logré neutralizar su ataque y cuando ya llevábamos 100 metros luchando a la misma altura, otra vez lanzó nuestro duelo con un poderoso cambio de ritmo, (en mi mente los que estaban corriendo eran El Guerrouj y Bekele en la final de 5000 de Atenas, yo Bekele por supuesto, aunque no ganara) pero yo ya veía la llegada y no iba a perdonar. Mentalmente sintonicé el 'gonna fly now' de Rocky y el rayo que no cesa se transformó en el rayo que fulmina. Aproveché para adelantar 2 ó 3 posiciones más y parar el tiempo en 36:06, marcando un último kilómetro llano en 3:10. Lo más rápido que he corrido nunca.

Tras atender la llamada del presidente del gobierno y del líder de la oposición, respiré profundo con el pecho hinchado por la satisfacción del deber cumplido.
El próximo reto es la San Silvestre Internacional pero ahora sin la presión de tener que demostrarme que todavía puedo mejorar.

Comentarios:
Gran artículo de una gran carrera, debe usted saber que "Tu raya rojiblanca" renueva su contrato de patrocinio y le anima para hacer un buen papel en la San Silvestre. De todas formas, después de esto, ya no le queda nada que demostrar
 
Gran carrera, y gran artículo. La agencia jEFE se suma al coro de vítores y aclamaciones q desde todas partes llegan al campeón tras su gloriosa gesta.
Os saludamos cómo fondista popular de éxito y carácter. La agencia conoce la dureza de la carrera( pese a estar mal medida), lo cual enaltece vuestra proeza. A título de futirible quizás tengais a bien aceptar el reto q se os lanza...competir contra un atleta patrocinado por esta agencia, en distancia y carrera por determinar. Tb podrían añadirse otros atletas de reconocido entusiasmo popular...suena el nombre de un tal Xelas, y de un cierto tipo del q hay informes sorprendentes pero nunca hemos visto correr...un tal Basi. Ahí queda el guante esperando q alguien lo recoja.
 
Mi condición de español me impide rechazar un duelo entre caballeros. Por tanto acepto.
No obstante a tenor de lo escrito en el post de Rivas, donde vuesa merced afirma con aparente serenidad ser capaz de marcar 32 minutos donde su rival solo puede 37 y medio, me pregunto, ¿no se está demandando una hazaña sin parangón a quién improbablemente pueda ofrecerla?
 
Me ha gustado la crónica, ILUSTRA perfectamente las sensaciones del corredor. Se informa asimismo a la agencia gEfFE la buena predisposición del corredor Xelas, el reptil falsario de Alcobendas, a aceptar el duelo, y emplaza a otros corredores a aceptarlo, ya sean superhéroes,superimpostores...
 
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