lunes, marzo 20, 2006

Jornada 28. Villarreal 1 - Atlético 1

A poco
Mi casa - PPV / Sul

Acostumbrados a sumar de 3 en 3, un empate como el de El Madrigal sabe a poco. Y lo poco que sabe es a amargo.
El Atleti mereció más pero fue frenado por un tremendamente rentable Villarreal, que siempre que se enfrenta a los rojiblancos recibe demasiado para las dos o tres cosillas que hace.
Tampoco es que el juego de los colchoneros fuera inmensamente superior al del falso submarino amarillo, pero sí más valiente y sólido, aunque menos finalizador.

Desde el minuto 1, el Atlético salió a ganar y así lo demostró imponiéndose en los primeros instantes. Ibagaza no acababa de entrar en juego y por eso no llegaban las ocasiones claras. Pero cuando más estaba encerrando el Atleti a su rival, el Villarreal se adelantó. José Mari centró desde la derecha ante la tímida entrada de Pablo que rozó el balón. El esférico rebotado cayó hacia el segundo palo, dónde Forlán, que estaba absolutamente solo, finalizó con la fortuna de introducir la pelota entre las piernas de Leo. Velasco debió de verse despistado por la extraña trayectoria del pase, porque en vez de pegarse al delantero se alejó de él. Eso, o que es muy malo.

Tras el tanto, los colchoneros no cambiaron su dinámica atacante, pero en el Villarreal todo eran defensas. El juego se interrumpía constantemente, ya que cada jugada rojiblanca que se internaba en el hueco entre el medio y la defensa amarilla, era abortada por alguna faltita insoportable.
Cuando el juego se reanudaba, a ninguno de los dos equipos le duraba mucho el balón. Era un partido perfecto para Ibagaza, para que pululara entre Senna y Tacchinardi, y la zaga villarraelense, y ofreciera algún pase ganador. Pero la verdad es que el 'Caño' no apareció en todo el partido, tan solo algunas pinceladas pasada ya la mitad de la segunda parte. Si el Atleti quiere entrar en Europa, es necesario que reaparezca el "caño de presa" de los últimos partidos. Esperemos que simplemente fuera un partido malo y no que, una vez renovado, vaya a estar otros dos años y medio jugando al "caño y el ratón".
Entre tanta nulidad mediocampista apareció Luccin. Pero no uno cualquiera, sino el mejor que se ha visto jamás en el Atleti. Lo robaba todo y sacaba el balón jugado a la perfección. A nada que el 'Caño' le hubiera acompañado... Pero el argentino, como ya he dicho, no apareció en toda la primera parte.
Por la banda izquierda, Antonio López hizo brillar las actuaciones de Petrov, ya que aunque el búlgaro últimamente no está tan fino como al principio de la competición, en cualquier momento puede desbordar o centrar con peligro, no así el benidormí que atacaba sabiendo que iba a perder el balón.
En la banda contraria, la derecha, Galletti no regateó a nadie y cada vez que recibía el balón, era como llegar a un callejón sin salida.
Arriba, Torres y Kezman tampoco estaban finos, especialmente Torres que se pasó toda la primera mitad perdiendo balones. Kezman siguió en su línea habitual de combinar torpeza con garra.
Pues bien, a pesar de que del centro del campo para adelante, sólo Luccin jugaba a un buen nivel, el Atleti dominaba y buscaba el partido. Y es que aunque no salgan las cosas, si por lo menos le pones ganas y sumas jugadores arriba, se puede conseguir algo positivo. Para mí, este es uno de los grandes aciertos del 'Califa': diseñar un esquema pensado para atacar e imprimir una mentalidad ganadora desde el primer día. Respecto a esto último, la verdad es que es lamentable que haya que decirle a un jugador que cobra millones, que tiene que correr.

Hacia el minuto 35 Kezman empezó a entonarse. Sus participaciones eran cada vez más útiles, y estuvo a punto de ser recompensado. Galletti estuvo astuto y bombeó con rapidez una falta, que el serbio remató en plancha. El balón salió rozando el palo bajo la atenta mirada de Viera, que se quedó clavado. Fue la única ocasión clara del Atlético en la primera parte.

La segunda mitad comenzó con el Atleti apretando. En una buena jugada entre Kezman y Galletti, el serbio disparó raso y cruzado, pero Viera en el último segundo reaccionó y despejó el balón a corner. El Villarreal estaba más encerrado que nunca pero las jugadas claras colchoneras no aparecían en parte por la torpeza atacante, en parte por permisividad del árbitro, que no tuvo en cuenta en ningún momento la reiteración de faltas de los mezquinos Peña y compañía. El juego era desesperadamente intermitente.
A falta de ‘Caño’, Luccin tuvo que echarse el equipo a la espalda. No le bastaba con su sobresaliente labor de recuperación y distribución del balón, sino que empezó a dar pases al hueco. En una de sus recuperaciones, dio un pase en largo a la espalda de la defensa. La dirección era la de Torres y este se elevó desde poco más delante de la línea del área y de un soberbio testarazo reimpulsó el balón con una parábola perfecta que entró rozando el larguero. Viera, como todos, sólo pudo disfrutar de la perfecta vaselina. La belleza del cabezazo es impresionante. Además cualquiera que haya jugado al fútbol sabrá que no es fácil rematar de cabeza y hacia delante un balón que te viene colgado desde atrás. A mí, por lo menos, me cuesta.

Con el tanteo ya igualado, el Atleti se serenó e intentó buscar la victoria no tan alocadamente. La concentración y la calidad no eran la de otros días, y precisamente eso era lo único que era capaz de explotar el Villarreal. Los de Pellegrini sólo creaban peligro a partir de las malas gestiones defensivas de los colchoneros.
Por fin Ibagaza irrumpió en el partido. Con ligereza el argentino empezó a hacer de las suyas. Y aunque ahora el dominio rojiblanco no era tan aplastante en la mitad del campo, en los metros finales sí que estaba mucho más cerca del objetivo final que su rival.
Torres desperdició una buena ocasión para desequilibrar el marcador. Gracias a una buena asistencia del ‘Caño’, el ‘Niño’ se quedó sólo delante del portero, aunque con el gitano de Peña, ‘estorbando’ por la espalda. Torres dio una patada al aire y pidió penalti. En primera instancia, y en segunda y en tercera no me lo pareció, pero tras contemplar la imagen que encabeza la crónica, ya tengo mis dudas.
El Villarreal mientras tanto solo logró intimidar a Leo, a través de una extraña jugada que sorprendió al arquero argentino, botando el balón por encima suyo.

Poco después, Ibagaza dispondría otro estupendo pase a Kezman que algo escorado y forzado no traduciría en gol. El ‘murcielago’ estuvo tremendamente batallador y si quitamos los primeros minutos hasta hábil. Sin embargo no sólo no pudo recibir su merecida recompensa sino que fue expulsado por doble amarilla. La primera por protestar y la segunda excesiva, por un leve contacto por detrás.
Quedaban 10 minutos para la conclusión, y con 10, Pepe Murcia se vio obligado a pensar más en mantener el punto que en ganar los otros dos. Colsa entró por Galletti, y los amarillos se crecieron.

En la última jugada del encuentro, en un cúmulo de despropósitos, los fantasmas rojiblancos reaparecieron y con dificultad, tras unos cuantos sustos y rebotes, se logró despejar un esférico que no paraba de pasearse por el área sin ser pateado.

Al final reparto injusto de puntos, especialmente porque si hubo alguien que quiso ganar, ese fue el Atlético de Madrid. Hoy, domingo, o no, ya lunes, con los resultados de la jornada en el teletexto. El punto conseguido es bueno si sólo se sueña con la UEFA. La pena es la Champions, dónde veo difícil que se alcance al Osasuna. Por lo menos tanto como coger al Madrid o al Valencia.
Lástima de primera vuelta, donde prácticamente se sepultó toda la temporada y encima Bianchi tuvo la poca vergüenza de cobrar los 3 millones de euros de su cláusula. Sí, es cierto que así lo decía su contrato, pero antes de eso está el compromiso con la dignidad, y su rendimiento distó mucho de tal virtud.

Por último sólo comentar que la semana pasada se me olvidó enviar, en nombre de este diario, nuestro más sentido pésame a la familia de Jesús Rollán. Rojiblanco confeso, y excelente portero que nos hizo soñar a todos. Descanse en paz.

Leo(2): Inseguro. Dos o tres tonterías en un partido son muchas.
Velasco(2): En el primer gol no sé qué hace. El resto del partido estuvo más correcto de lo normal. Hasta creo que subió bastante.
Perea(2): Sigue sin transmitir seguridad.
Pablo(2): El mejor de la defensa, pero sin deslumbrar.
Molinero(2): Un suplente con el que se puede contar, y de la casa.
A. López(1): No le pongo un cero porque no era su posición y lanzó una falta con peligro.
Galletti(1): No jugó el balón con criterio ni una vez.
Luccin(3,5): La verdad es que difícilmente un jugador de esa posición, puede hacerlo mejor.
Reservo el cuatro porque sueño con entregarlo a alguien que meta un gol en el último minuto, de chilena y al Madrid y ganemos la liga de campeones y el mundial a la vez.
Ibagaza(1): Se le exige por lo menos correr como corrió cuando encadenamos 6 victorias seguidas.
Kezman(2): Lo intentó por todos los medios pero siempre le falla algo.
Torres(1): Un golazo y ya. Lleva 3 partidos bastante malos (y ha metido en ellos dos goles). La suerte que le falta a Kezman, la tiene el ‘Niño’.
Colsa(S.C.)
García Calvo(S.C.)

jueves, marzo 16, 2006

Jornada 27. Atlético 2 - Racing 1


A 3

Mi casa - PPV / Sul

Victoria sufrida en el Calderón ante un correoso Racing que no perdía fuera de casa desde el 27 de Noviembre y frente al Barcelona.
Tras la amarga e injusta derrota en el Bernabeu se retoma la senda que de mantenerse conducirá al campeonato.

Otra jornada más, muchas eran las dudas que generaba la no titularidad de Ibagaza. Sin el argentino, el mediocampo rojiblanco pasa por el horrible doble pivote formado por los zahínos de turno, y evidentemente, el rendimiento decrece. En concreto, en esta ocasión, efectivamente el juego fue peor, pero sin llegar al nivel bianchesco-ferrandesco.
Desde el primer minuto se palpó la tónica general del partido: un Racing replegado intentaría arrancar un empate a un Atleti impreciso y con pocas luces.

Durante la primera mitad, la banda izquierda colchonera fue lo que más funcionó. Petrov desbordó en múltiples ocasiones a Pinillos pero como siempre sus centros fuesen a dónde fuesen nunca eran rematados. Galletti acompañaba ligeramente por la otra banda, pero no brilló al nivel de otros días. Por el centro Gabi empezó renqueante pero mediada la primera parte se entonó y ya mostraría un buen nivel hasta el final del partido. Su acompañante, Gonzalo Colsa, decepcionó incluso a sus más acérrimos defensores si es que los tiene.

El que dominaba era el Atleti pero no acababa de imponerse. Las ocasiones, siempre muy puntuales: alguna falta o centro de Petrov, un corner, algún disparo fruto de un despeje... no intimidaban lo suficiente. La sintonía FM (Fernando Mateja) tampoco daba la sensación de ser capaz de desequilibrar el partido, y todo hacía prever que Pepe Murcia tendría que sacar al 'caño' en la segunda mitad para no perder el tren de la Liga.

Por otro lado la delantera cántabra, explotaba al máximo los centros pasados al segundo palo, dónde siempre algún jugador suyo se encontraba solo. A raíz de una jugada de este tipo, el Racing confeccionó una carambola de billar que, tras dos remates fallidos y rebotar el esférico en unos cuantos zagueros, fue abortada por un felino Leo Franco que planeó sobre el área pequeña para interceptar un balón muerto y peligroso.
En resumen, lo más destacable de los primeros 45 minutos del Atlético fue todo lo botado Petrov, es decir sus internadas y sus faltas.

En la reanudación, los rojiblancos le pusieron más ganas. Ahora llegaban más al área rival pero el ansiado gol no aparecía por ningún lado. La afición la tomó con Colsa que estaba cuajando un partido desastroso y el Frente puso voz a la petición que toda la grada murmuraba: ¡Ariel! ¡Ariel! ¡Ariel Ibagaza! Cuando el argentino recibió la orden de Murcia de prepararse para saltar al campo, un clamor fundado en la esperanza inundó el estadio. Y justo cuando el cambio iba a anunciarse Gabi dispuso un magnífico centro para Colsa que fue clarísimamente empujado por un defensa. Es curioso que desde el campo el penalti pareciera claro, claro, claro, y sin embargo visto en la televisión, con la puñetera cámara lenta, parece que no hay nada.
El encargado de materializarlo fue Torres, que disparó fuerte, a su lado derecho y a media altura. Aoute se lanzó hacia el lado contrario.

La victoria parecía cercana, y Murcia consideró que no era necesario meter a Ibagaza. Con Colsa y Gabi había que aguantar los 25 minutos restantes. Sin embargo, poco duró la alegría, puesto que 5 minutos después, Leo, tras una buena parada en una falta, cedió un corner en el que saldría a por uvas y que fue rematado a placer por Damiá. Un fallo defensivo más en nuestro haber.

Otra vez Murcia llamó a Ibagaza, y otra vez justo antes de entrar en el campo, el Atleti marcó. Pablo remató un excelente corner botado por Petrov. El de Madrigueras lleva dos goles este año, y va camino de igualar los tres que consiguió la temporada pasada.

Con 15 minutos para el final, el público seguía increpando a Colsa y Murcia no quería revivir las dudas surgidas tras el primer tanto: había que dar cancha a Ibagaza y la lógica decía que Colsa sería el sustituido. Una situación humillante para el de Santander, pero por suerte yo no soy el entrenador del Atlético de Madrid. El ‘Califa’ posee una lógica mucho más poderosa que la mía y lo demostró con una decisión salomónica: dar bola al ‘Caño’ sí; pero por Kezman. Ni el propio Colsa se lo creía, y hasta hizo amago de abandonar el campo.

El resultado se mantuvo hasta la conclusión pero en la recta final, Gabi recibió la quinta amarilla, condición en la que también se encuentra Petrov.

Ambos serán baja en Villarreal, el caso de Gabi no es importante puesto que se recuperará a Luccin e Ibagaza. Para suplir al búlgaro se especula con adelantar a Antonio López y dar el lateral izquierdo a Molinero.

Los siguientes cuatro partidos son importantísimos puesto que tres de ellos son contra nuestros inmediatos rivales para entrar en Europa: Villarreal, Sevilla y Celta. Entre medias hay que visitar el Carranza. La UEFA pasa por ganar dos de los cuatro encuentros y la Champions por ganarlo todo.

Leo(1): Cantó en el primer gol.
A..López(2): Normalillo.
Perea(2): Vulgar. Hizo una entrada criminal que pudo costarle la roja.
Pablo(3): Marcó el tanto de la victoria y no tuvo errores en defensa.
Velasco(2): Su partido de siempre. A pesar de todo creo que saca mejor el balón que sus compañeros de la zaga.
Colsa(0): Nivel ‘Zahinesco’ sin llegar a ‘JorgeLarenesco’.
Gabi(2): Compaginó momentos de buen nivel con sus lagunas habituales.
Galletti(2): Un 2 generoso. Por lo menos no pierde el balón.
Petrov(3): Una primera parte en la que recordó al de principio de liga, y una segunda de 2.
Torres(1): Metió el penalti y ya.
Kezman(1): Muy poquito.
Ibagaza(2): No entró en el partido.

domingo, marzo 05, 2006

Jornada 26. Real Madrid 2-1 Atlético


SIEMPRE SE REPITE LA MISMA HISTORIA
Editor Bufón-Casa de Basi (Imagenio)

Sin ánimo de ser repetitivo, hay que aferrarse a Agustín para explicar lo sucedido anoche en el Bernabéu: un Atleti sólido y bien plantado se estrelló de nuevo contra sus propios fantasmas y la falta de pegada le condenó de forma inexorable a la derrota. Dos fogonazos aislados del Madrid, el segundo de ellos acompañado de la suerte, hicieron inútil el gol de Kezman y prolongaron la racha negativa de los rojiblancos: seis años sin anotarse un derbi.

El partido tuvo tres partes bien diferenciadas: un notable primer período del Atleti, dominador de la pelota y con llegada al área de Casillas. Tras el descanso, cambió el decorado y el Madrid dispuso del esférico durante la primera media hora, hasta que un arranque de casta de los colchoneros les hizo irse arriba y encerrar a los blancos en su área hasta el pitido final.

"El Califa" dispuso su esquema habitual, con Gabi por Ibagaza y Valera por Maxi. No hubo tiempo de comprobar el rendimiento del murciano en la banda diestra, pues tuvo que retirarse lesionado en el minuto 6 para ser sustituido por Galletti. Poco antes, un latigazo aislado del Madrid había dinamitado el planteamiento rojiblanco: Guti sirvió a Roberto Carlos para que, con toda la banda para él, pusiera un gran centro al segundo palo, donde llegaron Cassano y Baptista libres de marca. El italiano culminó el contraataque con un cabezazo a contrapié ante el que nada pudo hacer Leo Franco. Pero este Atleti es diferente al de otras temporadas y, lejos de arrojar el partido a la basura, continuó jugando con la victoria en la mente.

Ante la desaparición de Torres o Petrov, quien tan sólo llegó una vez a la línea de fondo en toda la primera parte, el Atlético tuvo que buscar alternativas en ataque. La baja de Maxi, su goleador más regular de las últimas jornadas, provocó que Mateja Kezman asumiera la responsabilidad e hizo lo mejor y lo peor en la delantera visitante. Fueron minutos de juego horizontal y preciso del Atlético, al que se le nublaba la vista al asomarse al borde del área, echando de menos a Ibagaza en una labor creativa que no es la mejor virtud de Gabi ni Luccin. Pero tanto rondar la portería de Casillas encontraría su premio en un rechace en la frontal en el que por fin, un jugador atlético se atrevió a probar suerte con el disparo. Luccin enganchó un peligroso remate que Kezman, en el borde del área chica, desvió de tacón al fondo de las mallas. El serbio restablecía el equilibrio en el marcador y hacía justicia a lo visto sobre el terreno.

Pocos minutos después, Kezman marraría una oportunidad clarísima de gol tras deshacerse a trompicones de su marcador. El ariete yugoslavo se equivocó al tirar a romper y mandó el balón muy por encima del travesaño, con Casillas casi batido. En medio del vendaval rojiblanco, de nuevo Mateja se quedó solo ante el meta blanco y, muy forzado, elevó el balón sobre su salida pero un defensa salvó bajo palos. En estos minutos de juego vistoso del Atlético, la injusticia se puso una vez más del lado del poderoso y otro contraataque madridista terminó en un "remate rural" entre Cassano y Baptista, en el que el brasileño acabó por introducir el balón en la portería ante la desesperación de Leo Franco. El descanso llegó con el 2-1 en el marcador, en absoluto reflejo de una indolencia madridista que se limitó a sacar tajada de sus dos únicas llegadas.

El Madrid dominó sin peligro tras la reanudación, moviendo horizontalmente la pelota sin pasar apenas de los tres cuartos de campo. Quizá el cansancio físico de los atléticos les hizo replegarse y ceder el control de los tiempos del partido. Guti terminó de erigirse en el mejor jugador del partido y Gravesen mostró con sus rudas maneras que la camiseta blanca le sienta como anillo al dedo. El encuentro se convirtió en un recital de malas maneras, patadas a destiempo y tanganas en el que Medina Cantalejo, al igual que en el reparto de cartulinas, se mostró apestosamente casero. Perea, con tarjeta desde la primera parte, estuvo al borde de irse a la caseta ante su propia aceleración y los "piscinazos" de los blancos. Pero el partido tenía reservado otro final más glorioso.

El trabajo de Kezman, excepcional en la recuperación de balón pero desastroso en la conducción, terminó por espolear a sus compañeros y Luccin, el mejor mediocampista del Atleti, lanzó peligrosas contras en las que el balón se paseó por delante de la meta de un inseguro Casillas. Murcia decidió no hacer más cambios ante el aspecto espantoso que presentaba ayer su banquillo, lo que hizo echar de menos un revulsivo en ataque ante el cansancio e impotencia de los titulares. Los acercamientos se hicieron constantes y los rojiblancos pusieron cerco al arco merengue, con un cabezazo de Pablo y un disparo de Gabi como mejores oportunidades. Pero los goleadores no aparecían y, aunque el empate se enseñoreó por el coliseo blanco, no podía haber tan justo final para un partido tan equilibrado.

Si hubo ayer un equipo que quiso jugar sobre el rápido césped del Bernabéu, ése fue el Atlético. El Madrid decidió mostrar su cara más rácana y buscó el contragolpe como un equipo segundón, sacando provecho de sus únicas oportunidades y frenando así la racha victoriosa de los colchoneros. La falta de puntería, las notables bajas en la alineación y la ansiedad se sumaron a los habituales complejos del Atleti, dando como resultado otra derrota más contra el eterno rival en la ocasión más propicia. Habrá que esperar otro año. Y ya no puedo más...

Leo Franco (2): no tuvo demasiado trabajo, a excepción de los goles ante los que nada pudo hacer.
Velasco (0): sin fortuna, por su banda se llegó con peligro y no se sumó nunca al ataque.
Perea (2): gran trabajo del colombiano, que tiene como lunar su evaporación en el primer gol blanco. La exagerada tarjeta que recibió le condicionó durante la segunda parte, pero resolvió con brillantez.
Pablo (2): secundó bien a Perea en tareas defensivas y se sumó al ataque con entusiasmo, creando mucho peligro a balón parado.
Antonio López (0): tuvo errores de bulto y no conectó en ningún momento con Petrov.
Gabi (2): jugó un partido completo, aunque las crónicas de la competencia se empeñen en criticarle. En la frontal se evidenció su falta de talento, aunque buscó el buen recurso del disparo.
Luccin (3): confirma una excelente temporada, conjugando el robo y el juego de balón gracias a un excepcional despliegue físico. Apostó por el tiro desde la frontal en varias ocasiones, llegando así el gol rojiblanco. Su rendimiento bajó tras el descanso.
Petrov (0): desaparecido del mapa, llegó con cuentagotas y se limitó a pelearse con todo el mundo. Su mejor virtud ayer fue el insulto.
Valera (sc): mala suerte la del chaval, que duró sólo 6 minutos sobre el césped en su primer derbi.
Kezman (2): batallador pero torpe lejos del área, canalizó casi todo el peligro del Atlético.
Torres (0): fue como jugar con uno menos, pues renunció a buscar el desborde por velocidad. Simplemente, digamos que fue anulado por Raúl Bravo.
Galletti (1): no estuvo participativo ni destacó especialmente en ningún aspecto del juego. Debió buscar el tiro con mayor asiduidad ante el nerviosismo de Casillas.

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