domingo, marzo 05, 2006

Jornada 26. Real Madrid 2-1 Atlético


SIEMPRE SE REPITE LA MISMA HISTORIA
Editor Bufón-Casa de Basi (Imagenio)

Sin ánimo de ser repetitivo, hay que aferrarse a Agustín para explicar lo sucedido anoche en el Bernabéu: un Atleti sólido y bien plantado se estrelló de nuevo contra sus propios fantasmas y la falta de pegada le condenó de forma inexorable a la derrota. Dos fogonazos aislados del Madrid, el segundo de ellos acompañado de la suerte, hicieron inútil el gol de Kezman y prolongaron la racha negativa de los rojiblancos: seis años sin anotarse un derbi.

El partido tuvo tres partes bien diferenciadas: un notable primer período del Atleti, dominador de la pelota y con llegada al área de Casillas. Tras el descanso, cambió el decorado y el Madrid dispuso del esférico durante la primera media hora, hasta que un arranque de casta de los colchoneros les hizo irse arriba y encerrar a los blancos en su área hasta el pitido final.

"El Califa" dispuso su esquema habitual, con Gabi por Ibagaza y Valera por Maxi. No hubo tiempo de comprobar el rendimiento del murciano en la banda diestra, pues tuvo que retirarse lesionado en el minuto 6 para ser sustituido por Galletti. Poco antes, un latigazo aislado del Madrid había dinamitado el planteamiento rojiblanco: Guti sirvió a Roberto Carlos para que, con toda la banda para él, pusiera un gran centro al segundo palo, donde llegaron Cassano y Baptista libres de marca. El italiano culminó el contraataque con un cabezazo a contrapié ante el que nada pudo hacer Leo Franco. Pero este Atleti es diferente al de otras temporadas y, lejos de arrojar el partido a la basura, continuó jugando con la victoria en la mente.

Ante la desaparición de Torres o Petrov, quien tan sólo llegó una vez a la línea de fondo en toda la primera parte, el Atlético tuvo que buscar alternativas en ataque. La baja de Maxi, su goleador más regular de las últimas jornadas, provocó que Mateja Kezman asumiera la responsabilidad e hizo lo mejor y lo peor en la delantera visitante. Fueron minutos de juego horizontal y preciso del Atlético, al que se le nublaba la vista al asomarse al borde del área, echando de menos a Ibagaza en una labor creativa que no es la mejor virtud de Gabi ni Luccin. Pero tanto rondar la portería de Casillas encontraría su premio en un rechace en la frontal en el que por fin, un jugador atlético se atrevió a probar suerte con el disparo. Luccin enganchó un peligroso remate que Kezman, en el borde del área chica, desvió de tacón al fondo de las mallas. El serbio restablecía el equilibrio en el marcador y hacía justicia a lo visto sobre el terreno.

Pocos minutos después, Kezman marraría una oportunidad clarísima de gol tras deshacerse a trompicones de su marcador. El ariete yugoslavo se equivocó al tirar a romper y mandó el balón muy por encima del travesaño, con Casillas casi batido. En medio del vendaval rojiblanco, de nuevo Mateja se quedó solo ante el meta blanco y, muy forzado, elevó el balón sobre su salida pero un defensa salvó bajo palos. En estos minutos de juego vistoso del Atlético, la injusticia se puso una vez más del lado del poderoso y otro contraataque madridista terminó en un "remate rural" entre Cassano y Baptista, en el que el brasileño acabó por introducir el balón en la portería ante la desesperación de Leo Franco. El descanso llegó con el 2-1 en el marcador, en absoluto reflejo de una indolencia madridista que se limitó a sacar tajada de sus dos únicas llegadas.

El Madrid dominó sin peligro tras la reanudación, moviendo horizontalmente la pelota sin pasar apenas de los tres cuartos de campo. Quizá el cansancio físico de los atléticos les hizo replegarse y ceder el control de los tiempos del partido. Guti terminó de erigirse en el mejor jugador del partido y Gravesen mostró con sus rudas maneras que la camiseta blanca le sienta como anillo al dedo. El encuentro se convirtió en un recital de malas maneras, patadas a destiempo y tanganas en el que Medina Cantalejo, al igual que en el reparto de cartulinas, se mostró apestosamente casero. Perea, con tarjeta desde la primera parte, estuvo al borde de irse a la caseta ante su propia aceleración y los "piscinazos" de los blancos. Pero el partido tenía reservado otro final más glorioso.

El trabajo de Kezman, excepcional en la recuperación de balón pero desastroso en la conducción, terminó por espolear a sus compañeros y Luccin, el mejor mediocampista del Atleti, lanzó peligrosas contras en las que el balón se paseó por delante de la meta de un inseguro Casillas. Murcia decidió no hacer más cambios ante el aspecto espantoso que presentaba ayer su banquillo, lo que hizo echar de menos un revulsivo en ataque ante el cansancio e impotencia de los titulares. Los acercamientos se hicieron constantes y los rojiblancos pusieron cerco al arco merengue, con un cabezazo de Pablo y un disparo de Gabi como mejores oportunidades. Pero los goleadores no aparecían y, aunque el empate se enseñoreó por el coliseo blanco, no podía haber tan justo final para un partido tan equilibrado.

Si hubo ayer un equipo que quiso jugar sobre el rápido césped del Bernabéu, ése fue el Atlético. El Madrid decidió mostrar su cara más rácana y buscó el contragolpe como un equipo segundón, sacando provecho de sus únicas oportunidades y frenando así la racha victoriosa de los colchoneros. La falta de puntería, las notables bajas en la alineación y la ansiedad se sumaron a los habituales complejos del Atleti, dando como resultado otra derrota más contra el eterno rival en la ocasión más propicia. Habrá que esperar otro año. Y ya no puedo más...

Leo Franco (2): no tuvo demasiado trabajo, a excepción de los goles ante los que nada pudo hacer.
Velasco (0): sin fortuna, por su banda se llegó con peligro y no se sumó nunca al ataque.
Perea (2): gran trabajo del colombiano, que tiene como lunar su evaporación en el primer gol blanco. La exagerada tarjeta que recibió le condicionó durante la segunda parte, pero resolvió con brillantez.
Pablo (2): secundó bien a Perea en tareas defensivas y se sumó al ataque con entusiasmo, creando mucho peligro a balón parado.
Antonio López (0): tuvo errores de bulto y no conectó en ningún momento con Petrov.
Gabi (2): jugó un partido completo, aunque las crónicas de la competencia se empeñen en criticarle. En la frontal se evidenció su falta de talento, aunque buscó el buen recurso del disparo.
Luccin (3): confirma una excelente temporada, conjugando el robo y el juego de balón gracias a un excepcional despliegue físico. Apostó por el tiro desde la frontal en varias ocasiones, llegando así el gol rojiblanco. Su rendimiento bajó tras el descanso.
Petrov (0): desaparecido del mapa, llegó con cuentagotas y se limitó a pelearse con todo el mundo. Su mejor virtud ayer fue el insulto.
Valera (sc): mala suerte la del chaval, que duró sólo 6 minutos sobre el césped en su primer derbi.
Kezman (2): batallador pero torpe lejos del área, canalizó casi todo el peligro del Atlético.
Torres (0): fue como jugar con uno menos, pues renunció a buscar el desborde por velocidad. Simplemente, digamos que fue anulado por Raúl Bravo.
Galletti (1): no estuvo participativo ni destacó especialmente en ningún aspecto del juego. Debió buscar el tiro con mayor asiduidad ante el nerviosismo de Casillas.

Comentarios:
No sé si volveremos a ganar al trampas algún día. Pero que tu equipo vaya perdiendo y escuches cantar a los mil valientes rojiblancos "ATLETI! ATLETI! ATLÉTICO DE MADRID!" frente a los 80000 vikingos que poblaban el cuernabeu... NO TIENE PRECIO.

HASTA LA MUERTE!
ATLETI, HASTA LA MUERTE!
HASTA LA MUEEEEEERTE!
ATLETI, HASTA LA MUERTE!
 
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