viernes, diciembre 29, 2006

Mercado invernal


Marqués y Solabarrieta nuevos rojiblancos
Madrid. Sul


El Atlético de Madrid ha aprovechado el mercado invernal para reforzar a su maltrecho filial con dos nuevos jugadores, Fernando Marqués y Aritz Solabarrieta. El primero es un viejo conocido de la afición rojiblanca. Marqués, la eterna promesa vallecana, ya ha defendido en dos etapas la elástica colchonera, llegando en la segunda de ellas a disputar partidos con el primer equipo. Fue al final de la pasada campaña, cuando su gran defensor, Pepe Murcia, le otorgó la oportunidad de debutar con la primera plantilla, siendo uno de los pocos jugadores que aportó alegría e imaginación al Atlético de final de liga. El jugador se encontraba sin equipo desde el verano, cuando abandonó las disciplinas del Castellón por su mala adaptación al nuevo entorno, situación que ya repitió en Santander.
El segundo, Aritz Solabarrieta, pertenecía a la disciplina del Atlético de Bilbao dónde se encontraba sin ficha desde enero. Es un mediocentro defensivo -nunca ofensifo, siempre defensifo- y las cualidades que se le atribuyen son las vaguedades y no-virtudes de siempre para este tipo de jugadores: presencia, buena posición en el campo, juego por alto y recuperaciones. El Bilbao se ha reservado una opción de compra por 300.000 euros que podrá hacer efectiva en Junio de 2007 o de 2008.
Con la llegada de estos dos jovenes, el conjunto que dirige Sosa Espinel espera poder completar la mejoría que ha experimentado el equipo desde la recuperación de Jacobo. En los últimos cinco encuentros donde ya se contaba con el delantero zurdo, se han sumado los mismos puntos, ocho, que en todas las jornadas anteriores y además ha marcado cinco goles siendo el actual pichichi del equipo.


Fuentes de la noticia:

Marqués antepuso su ciudad a jugar en Italia o Inglaterra
Sosa quiere lograr cuanto antes la permanencia
Jacobo, el salvador del Atlético B
SOLABARRIETA ES EL SEGUNDO REFUERZO PARA EL ATLÉTICO B

sábado, diciembre 23, 2006

Jornada 16. Barcelona 1 - Atlético 1

Jugando al límite
Bufón. La Secta


Bastó una dentellada de Agüero para que el Atleti arañara un punto en un partido extraño y se comiese el turrón con un puesto en Champions. El Barcelona llevó todo el peso mientras los visitantes confiaban su suerte a la poca pegada de los azulgrana y a un contraataque balbuceante. Al final, un solitario punto que pareció contentar a ambos.

El arranque de los locales fue avasallador, llegando con una superioridad aplastante hasta la frontal de Leo.Ronaldinho estuvo gris y no hizo demasiado daño, pero arrastró a Galletti a incrustrarse en el lateral, especialmente tras la retirada de Seitaridis. Jurado fracasó: blandito al defender y escaso de fuelle al lanzar la contra. Maniche y Luccin se perdieron ante los kilómetros de Deco, mientras que Iniesta entró por donde quiso: por el centro, por la derecha y por la izquierda. Xavi combinó algunos pases extraordinarios con peligrosas pérdidas que no tuvieron mayor trascendencia. Gudjohnsen completó la tarea y remató siempre, aunque igual de mal en todas las ocasiones. Con Etoó en su lugar, la goleada hubiera sido de escándalo.

Los primeros disparos del Barça fueron un tiro de Deco al cuerpo de Leo y un cabezazo de Gudjohnsen que el argentino atajó en una rara parada con el pie (otro gesto característico de su gemelo cartagenero). Mientras, las contras de los rojiblancos eran poco efectivas: con poco jugadores, lentas o demasiado apresuradas, solían finalizar con una pérdida de Torres a muchos metros de Valdés. Sin el balón y corriendo detrás de los centrocampistas rivales, el partido pintaba mal si el Atleti no se adelantaba en el marcador. Y ocurrió lo peor.

Ronaldinho marcó su faltita de cada dos domingos y el partido se puso gris-oscuro-casi-negro. El brasileño superó con muchísima rosca una barrera pobladísima pero poco sólida y el balón se fue alejando de Leo hasta alojarse en el fondo de la portería a poca altura. Aunque se tratase del mejor lanzador del mundo y de un tiro envenenado, el Atleti y Leo comienzan a tener un problema a balón parado.

La única opción posible consistía en mantener este marcador lo máximo posible y buscar el susto postrero en la segunda parte. Este Atleti no está preparado aún para plantar cara a un gran equipo como el Barcelona, ni tan siquiera al contragolpe: es todavía un conjunto menor. Pasa calamidades ante la peor versión del Getafe, así que no debería sorprender a su afición esta imagen de hermano pobre ante el mejor equipo del mundo. Al menos, siempre quedará el resultadismo para el Santo Oficio.

Aunque el Barcelona siguió embistiendo, Gudjonhsen tiró a la basura una asistencia con el hombro de Ronaldinho y el partido se fue adormilando. Siempre al límite, Pablo y Zé Castro se defendieron con mucha brega y jugueteando con el penalty en cada ocasión. Aunque era por alto cuando las carencias defensivas de los colchoneros quedaban más al descubierto.

En la segunda parte, Ezquerro perdonó también un par de ocasiones y Luccin fue agigantándose con el paso de los minutos. Ante el mal partido de Maniche, fue el francés la referencia en el robo y el pase rápido a los puntas. Pero siempre eran demasiados metros a recorrer, Torres estaba muy solitario y Agüero muy estático. Aunque el argentino se desperezó y dio un par de balones interesantes a los compañeros ya cerca del área. El empate hizo justicia a unos pocos minutos de coraje de los madrileños.

Luccin robó en campo propio, se apoyó en un compañero y metió un balón en profundidad a Agüero. El argentino se adelantó a Puyol y Thuram y metió el exterior del pie ante la salida de Valdés. La jugada que llevaban soñando toda la semana llegaba por primera y última vez, rápida y bien resuelta, para dar unas vacaciones tranquilas a la plantilla colchonera.

Hasta el final hubo poco, porque el Barcelona volvió a estirarse pero estaba físicamente muy desgastado, mientras que el Atlético dio por bueno el empate y no volvió a dar sensación de peligro. De nuevo máxima rentabilidad en un campo que se le da muy bien a los atléticos: 2 victorias y un empate en sus tres últimas visitas ante el mejor Barcelona de la historia. ¿Suerte? La suerte también juega al fútbol.

Leo Franco (2): el argentino es muy regular, no falla nunca por alto y exhibe reflejos. Su laguna son las faltas.
Seitaridis (sc): el griego se lesionó muy pronto. Llevaba una amarilla muy rigurosa.
Zé Castro (2): pasó con dignidad una papeleta bastante difícil.
Pablo (2): volvió a mostrarse rápido en el corte y muy hábil dentro del área al echarse al suelo sin derribar al contrario. Por alto sigue siendo un 'tarugo' inútil.
Antonio López (1): subió poco y se incrustó a menudo entre los centrales.
Maniche (0): no estuvo en el partido.
Luccin (3): hizo su trabajo y el de su compañero en el pivote. Cuando empezó a tener metros subió la pelota con una facilidad impresionante.
Galletti (1): incordio y poco más.
Jurado (0): ni dirigió el juego ni supo parar al mediocampo rival.
Torres (1): demasiada responsabilidad en un solo jugador, que estuvo muy vigilado los noventa minutos. Aún así, lo intentó una y otra vez.
Agüero (2): el argentino es un jugador diferente, que participa poco pero tiene unos segundos letales.
Valera (1): flojito en defensa y no subió apenas. Una lástima teniendo a Oleguer como único obstáculo.
Mista (2): su entrada influyó en la mejoría de los atléticos, aunque estuvo lento y torpón en las cercanías del área.
Pernía (sc)


lunes, diciembre 18, 2006

Jornada 15. Atlético 1 - 0 Getafe


Santo Oficio
Editor Bufón-Vicente Calderón

En España hay especuladores de muchas clases: de las finanzas, del suelo... pero también los hay del fútbol. Sólo se parecen en un detalle: juegan con los sueños de los demás. Si hay éxito, ellos se llevan los beneficios; si el barco se hunde, que otros se ahoguen. Cuando los especuladores del fútbol se llevan los puntos, los cronistas hablan de una cosa llamada 'oficio', que debe ser jugar para perder y acabar ganando.
Ayer el Atlético doblegó a un flojo Getafe en un partido tedioso en el que pudo avasallar a su rival y acabó pidiendo la hora. El arranque fue notable y, además de mover la pelota con cierto sentido, el equipo se adelantó en el marcador por primera vez en lo que va de temporada. Jurado dejó buenos detalles, Torres siguió pletórico como en los últimos partidos y el resto no desentonaron.
El gol fue un buen ejemplo del fútbol rojiblanco en los últimos tiempos: Torres, Torres y Torres. El canterano empezó muy mal la temporada pero lleva tres encuentros a un nivel altísimo. Hizo lo que más le gusta: arrancar desde un costado y sacar provecho a su potencia para llegar a la línea de fondo. Se deshizo de dos defensas y centró a la boca de gol. Ahí estaba su sitio, en la línea de remate, pero obligar al 'Niño' a construir la jugada tiene ese problema: ¿quién la finaliza? Por una vez Maniche acompañó la jugada y cabeceó a placer. Era el justo premio a 25 minutos de juego fluido y pocos apuros defensivos.
Luis Amaranto Perea, el desastre mayúsculo de los colchoneros en el último partido casero, cumplía ciclo por tarjetas. Por ello regresó Pablo al once inicial y no lo hizo mal, aunque ni Zé Castro ni él se entienden con los laterales al achicar espacios. Antes del tanto de Maniche, el Getafe pudo adelantarse en el marcador pero pecó de falta de calidad en los últimos metros. Sólo un gran tiro de Manu Del Moral, otro ex-atlético, hizo intervenir con acierto a Leo Franco. Dani Güiza estuvo lento y torpón, lo que facilitó el trabajo de la zaga local. El descanso llegó con la sensación de que enfrente no había rival.
Aguirre decidió que este partido no se podía solventar por la vía directa, con fútbol y goles. Le pasó como a los árbitros que se cargan un partido placentero: se las quiso dar de protagonista. Se puso reservón y fue retirando a Agüero, Galletti y Jurado. Toda la valentía de los primeros 45 minutos trocó en racanería galopante, dejando al equipo con un espantoso 'trivote' en los últimos diez enloquecidos minutos. Pero no adelantemos acontecimientos, antes del desenlace hablemos del nudo.
El nudo del partido lo pudo deshacer Torres en otra galopada, de nuevo por la banda derecha. Superó en velocidad, encaró, amagó, recortó pero tiró centrado y un inseguro Abbodanzieri despejó con apuros. Poco después sería el 'Kun' el que encararía al 'Pato' pero, casi sin ángulo, intentó superarlo por bajo y por el palo largo. Su compatriota le adivinó la intención y despejó con el pie. El partido de ayer dejó en evidencia una lacra de los atléticos: el tiro desde la frontal. Todos los intentos fueron totalmente ridículos, excepto un zapatazo de Agüero en la primera parte que despejó el 'Pato'. El resto de los lanzamientos, especialmente de Galletti y Maniche, fueron para devolver el dinero a los aficionados.
Sin el 'Kun' en el campo, Torres tuvo que correr el doble y si era él quien subía el balón, no tenía ningún compañero. Lejos de advertir el problema, Aguirre lo agudizó. Sin Galletti, el Atlético renunció del todo a la banda derecha y volcó todo su juego por la izquierda, pero ni Pernía ni Antonio López sacaron un centro en condiciones. Seitaridis, otro de los destacados, ya había recorrido toda la banda hasta el descanso; sin Galletti estorbando al rival, su tarea se convirtió en imposible.

Retirando a Jurado, el mexicano decidió cargarse del todo el partido. Con Gabi, un centro del campo dantesco nos regaló diez minutos de infarto. Los rojiblancos pudieron solventar el choque, pero ni Mista ni Gabi fueron capaces de dar dos pasecillos fáciles para que el 'Niño' marcase el gol de la tranquilidad. Los 4 minutos de descuento, absolutamente eternos, sirvieron para la dosis extra de sufrimiento cuando Manu Del Moral soltó otro chutazo que se marchó fuera por poco.
Pudo haber sido el castigo divino para los excesos del 'inquisidor' Aguirre, que destruyó el fútbol y nos llevó a las tinieblas dando la oportunidad de redención a un Getafe muy inocente. Al final fueron 3 puntos valiosos que devuelven al Atlético a la Champions, pero con la aterradora convicción de que el Santo Oficio del Antifútbol vigila silencioso desde el banquillo. Nos miran.
Leo Franco (2): tuvo un partido difícil, sin mucho trabajo pero intenso. Estuvo perfecto por alto y respondió muy bien y en frío al tiro de Manu.
Seitaridis (2): el griego llega bien hasta el pico del área, recorta y centra con solvencia. Ayer vimos sus limitaciones en el tiro con la zurda. En defensa tiene problemas de entendimiento con los centrales y defiende muy lejos de la banda.
Zé Castro (1): estuvo mal por alto y sacó el balón con su alocamiento habitual.
Pablo (1): con todos los ojos fijos en él, soportó la presión sin errores de bulto.
Antonio López (1): poco preciso en el pase y casi sin trabajo en defensa.
Luccin (1): hizo muchas tonterías, sobre todo en peligrosos pases hacia atrás. Tuvo suerte de que la sangre no llegase al río porque podía haber sido la 'cabeza de turco'.
Maniche (2): no es un prodigio de calidad pero asume responsabilidades. Aunque seguimos sin noticias de su poderoso tiro, anotó el tanto de la victoria.
Galletti (1): más de lo mismo, con muchos recortillos y tiros lamentables.
Jurado (2): muy bien en la primera media hora, fue perdiendo fuelle. Aún así, Aguirre debe insistir en sacarle como enganche con los puntas, porque dejó la sensación de que puede arreglar el embotellamiento de los pivotes.
Agüero (1): dejó detalles pero sin participar con continuidad en las jugadas.
Torres (3): lo hizo todo y, a pesar de la precipitación y las pérdidas, se vació en un partido soberbio. Le faltó un gol que premiase su esfuerzo.
Pernía (0): da igual que centre totalmente solo, mandará la pelota al tercer anfiteatro.
Mista (1): demasiada conducción.
Gabi (0): la tercera pata del 'trípode' infernal.

domingo, diciembre 17, 2006

Copa de Su Majestad. Dieciseisavos. Levante 0 - Atlético 1

Agüero es el camino
Sul. PPV


Cuando todo parecía perdido, cuando sólo los más creyentes confiaban todavía en el milagro, el ‘Kun’, el ya considerado mejor jugador de todos los tiempos, surgió de entre los abismos de la nada y el no ser y dijo, que se haga la luz, y la luz se hizo.

Tras la derrota por la mínima en el Calderón allá por Octubre, al Atlético sólo le valía la victoria en el Ciudad de Levante. Las opciones eran razonables si se tenía en cuenta el sobresaliente rendimiento rojiblanco como visitante y la mediocridad de su rival, no obstante Aguirre alineó un centro del campo lamentable que lastró el juego del equipo.
Nunca me cansaré de repetir que el centro del campo es lo más importante de un equipo, y si escoges jugar con Costinha y Gabi en el centro y Valera en la derecha, está claro que no vas a jugar bien. Y que perfectamente te pueden meter uno o dos o tres goles, porque ser un jugador de contención, en el fútbol actual, lo único que significa es ser un paquete que no sabe ni dar dos toques y sólo garantiza que no se va a crear ni una ocasión de gol, no que no te vayan a marcar.

La primera parte fue bastante mala, el Levante comenzó avasallando y el Atlético no era capaz de sacudirse el dominio de los locales. Gabi y Costinha eran mareados a placer y no tardaban en perder los balones que alcanzaban por casualidad. Pasada la quincena el Levante perdió fuelle y los rojiblancos se hicieron con el control. A pesar de ello no lograron crear ni una ocasión en toda la mitad. El único que destacó fue Torres que jugó todo el partido a un gran nivel.

La segunda mitad comenzó con un doble cambio. Luccin y Galletti entraron por Costinha y Seitaridis. El francés -sin ser el jugadorazo que nos quieren vender cada domingo que hace un partido normalillo-, es mil veces mejor que el luso, y por lo menos puso algo de coherencia entre la defensa y la delantera. No demasiada. En la derecha Seitaridis no estaba jugando mal, pero se resintió de un golpe y Aguirre decidió no forzar y dio entrada a Galletti retrasando a Valera al lateral. Los rojiblancos se envalentonaron a raíz de la disminución de perdidas de balón por la ausencia de Costinha, y empezaron a merodear con peligro la frontal.
En el 61, Agüero saltó al campo por Valera y el Atlético definitivamente encerró al Levante en su campo. Sobre el cambio destacar que en lo que llevamos de campaña, ya van bastantes veces que yendo perdiendo o empatando, Aguirre se la juega y quita a un lateral dejando una defensa de tres para jugar con otros tantos delanteros. Por ello no comparto la corriente actual que defiende que el mexicano es demasiado cobarde. Es verdad que tiene tendencia a jugar con doble pivote, pero también es cierto que este año hemos visto más fútbol ofensivo que en las últimas cuatro temporadas juntas.

El ‘Kun’ tocaba poco el balón pero cada vez que participaba lo hacía con una calidad tremenda. Era el único capaz de combinar con acierto y Torres el único que le seguía y sacaba partido de sus jugadas.
Los últimos 20 minutos fueron los mejores del Atlético. A 15 minutos del final Agüero dejó de tacón para Torres, éste superó por el centro a dos defensas y pegó raso y fuerte desde la frontal. El balón pasó rozando el palo. En el 88, en una jugada parecida, Torres volvió a sobrepasar con potencia a un defensa y esta vez chutó más alto, el balón fue cogiendo efecto, superó a Cavallero y se estrelló en el palo. Parecía que el Atlético había desperdiciado su gran oportunidad para empatar la eliminatoria. Pero entonces, el ‘Kun’ apareció, recogió un pelotazo desde la defensa que incomprensiblemente pudo hasta botar en el área. El argentino, de espaldas, amagó un disparo a la media vuelta que en realidad era un recorte. Dejó sentado a Zé María y avanzó dos pasos hacia la portería. El tiro era difícil, había que cruzar el balón con una precisión milimétrica y con la suficiente potencia para que el portero no tuviera tiempo para llegar. El ex de rojo, le pegó, un defensa se cruzó, el balón pasó por debajo de las piernas, Cavallero se lanzó, rozó la pelota y, tras impactar en el palo, el esférico se introdujo en la portería. Toda la hinchada rojiblanca celebró con efusividad el golazo y la nueva oportunidad de redención que Agüero otorgaba a su equipo.

En la prórroga el Atlético siguió dominando pero no logró fabricar ninguna ocasión de peligro real. Al final se llegó a los penaltis donde el destino quiso que el ‘Kun’ fuera el encargado de materializar el tanto de la clasificación y de volver así al camino que le corresponde. El de ser un jugador decisivo que devuelva al Atlético al lugar donde se merece.


Leo Franco (2): No se vio en grandes apuros. Se mostró seguro.
Pernía (2): Intenso y participativo, pero desacertado en los centros.
Pablo (2): Rápido y torpe.
Perea (2):
Muy rápido y torpe.

Seitaridis (2): Siguió en su buena línea habitual aunque esta vez tuvo muchos despistes muy tontos.
Costinha (0): El cero absoluto.
Gabi (0,5): Que no os engañen las crónicas de los diarios rivales. Hizo un partido zahinesco.
Valera (0): No desborda ni defiende ni centra.
Jurado (1,5): Intervino poco. Debe aprovechar mucho mejor los minutos cuando se los ofrecen.
Torres (3): En estos dos últimos partidos ha recordado al 9 que fue en el mundial.
Mista (1): Empezó bien y luego, otro más que se borró del mapa.
Galletti (min 46, 2): Permitió mover el balón por su banda.
Luccin (min 46, 2): Puso orden, metió el cuerpo y desesperó al rival con sus pases en horizontal y hacia atrás.
Agüero (min 61, 4): Buen juego, golazo en el último minuto y clasificación. Por fin tenemos un crack capaz de darnos el solo los tres puntos.
Aguirre (0,5): Ya debería saber que sacar a Gabi y Costinha significa jugar con un medio del campo similar al del Racing o al del Valladolid.

lunes, diciembre 11, 2006

Jornada 14. Atlético 1 - Español 2

DECEPCIÓN
Vicente Calderón-Editor Bufón

Cuando ves la luz al final del túnel, la escena se vuelve a oscurecer. Cuando brilla por una vez el sol, estalla la misma tormenta de ansiedad e impotencia. La historia vuelve a repetirse hasta el infinito, encarnada en un equipo segundón sin personalidad para imponerse en su propio estadio. El Atlético de Madrid se dejó los puntos en dos errores garrafales y, ayudado por la mala fe del colegiado y una noche desangelada, tiró el cuarto puesto a la basura. El Zaragoza había ganado, pero el Atleti tenía la oportunidad de acercarse al Madrid y abrir tierra de por medio respecto a los equipos de UEFA. Un rival propicio era el Español que, aunque viene jugando bien en los últimos tiempos, anda en tierra de nadie en Liga y distraído por la competición europea. A pesar de estos buenos ingredientes, los rojiblancos se empeñaron en cocinar una comida indigesta que se les atragantó hasta la derrota.

Aunque el muerto presentaba también síntomas de envenenamiento. Miguel Ángel Ayza Gámez, de ahora en adelante 'Botella', sigue orgulloso de su actuación en esta plaza en el Atleti-Sevilla. Tiene ya el Ballantine´s en su colección y le prometo que en el próximo partido podrá añadir una de Tanqueray. Debió marcharse a casa hundido porque, a pesar de su innoble recital, no recibió botellazos y no pudo armar su numerito de suspendo-reinicio-porque-yo-lo-valgo. Si un equipo viene a encerrarse y a no dejar jugar y da patadas por detrás, no sacarle amarillas es desequilibrar el partido. A quien diga que no sacar tarjetas no influye en el resultado le doy un consejo: aprende de fútbol y después me llamas. 'Botella' permitió todas las argucias de los blanquiazules: perder tiempo, repartir estopa, agarrar, colocar la barrera encima de la pelota, desplazar el balón en todas las jugadas... todo absolutamente gratis. Consentir el juego sucio, ésa es la consigna que debe impartir la RFEF. A no ser que la actuación de esta noche se deba a la iniciativa personal de un 'showman' patético que pide a gritos protagonismo en algún infecto programa de la tele.

El mal arranque, con imprecisiones en defensa y en la gestación de juego, se materializó en el gol españolista. Perea se armó un lío tremendo con la pelota, que le golpeó en los tacos de las botas, en el talón, en la puntera... La defensa quedó en inferioridad y en un par de combinaciones (De la Peña-Luis-García-Tamudo), Tamudo remató a puerta vacía. Una pérdida ridícula, propia de un equipo dominguero de amiguetes. Otra vez perdiendo y volver a empezar. Siempre la misma historia que Aguirre camufla en explicaciones sobrenaturales que comienzan a sonar a estafa. Este equipo se pone nervioso cuando se encierra un pequeño por una única razón: no está construido para hilvanar juego. No sabe abrir la lata ni de un Tercera División, el balón les quema en los pies y ni Maniche ni Luccin saben darle un uso coherente. Zé Castro se empeña en dar pelotazos, Perea comienza a rozar la tetraplejía en sus pases y el resto no se mueven para recibir. El resultado es un hatajo de ratas quietas, escondidas tras sus marcadores, tratando de no moverse no vaya a ser que el poseedor del balón, probablemente un incapaz, les lance la pelota en forma de pedrada.

El Atleti jugó algo mejor y tuvo llegadas por la banda derecha, donde Seitaridis y Galletti cumplieron, aunque todo su fútbol nació de las botas de Torres. Fue el único con casta para cargar con la responsabilidad de arreglar el desaguisado. Un buen centro del 'Niño' lo dejó Antonio López con el pecho para la llegada de Maniche. A ocho metros de la portería, el luso se lanzó al suelo y remató con la espinilla. Corría el minuto 37 y el empate se evaporó.

En la segunda parte fue más de lo mismo, aunque Torres sólo tardaría 10 minutos en nivelar el marcador. De nuevo Seitaridis llegó por banda, la dejó para Galletti y el argentino lanzó un centro del montón. Otro centro más para que lo rematara Nadie. Pero desde la frontal galopó Torres con decisión y todo el estadio empujó su trote poderoso hacia la pelota. Todos los atléticos tenían sus ojos fijos en la eterna promesa rojiblanca y el 'Niño' no falló. Saltó con potencia y, adelantándose al defensa, cabeceó a la izquierda de Kameni. El camerunés sólo pudo rozar la pelota. Lo más difícil estaba hecho.

El más difícil todavía llegó 5 minutos después. Otra vez hubo un enredo imperdonable sacando la pelota, Maniche se la dejó atrás y subió un poco la pierna. 60 centímetros según Aguirre. Juego peligroso, para Ayza 'Botella' Gámez. Colocó por fin la barrera a la distancia apropiada y los rojiblancos, excepto Agüero, no salieron rápido al disparo. De la Peña la dejó para Luis García y el madrileño la enchufó mientras Leo hacía la 'estatua'.

¿Qué ocurrió en los siguientes 29 minutos? Estamos cansados de hablar de lo mismo, pero haremos una enumeración rápida: precipitación, nervios, aceleración, faltas sin sentido, contraataques visitantes, protestas inútiles, falta de remate... Ah, y el ratito de gloria del amigo 'Botella'. Kameni dio un recital de manos blandas y Mista remató el balón suelto a gol. Aunque el camerunés retuvo la pelota pensando que era válido, 'Botella' es más listo que él e insistió en su delirio. El Ballantine's en exceso puede afectar a las neuronas. Tomó un par de decisiones absurdas más, como ignorar unas manazas de De la Peña dentro del área o reinventar el córner como saque de puerta (confundió fútbol con balonmano a partir del 1-2).

Al final muerte y decepción, la decepción de siempre pero doliendo un poco más por la ilusión de toda la semana. Llámame iluso, porque voy al Calderón... (si la suerte es caprichosa, el árbitro es ciego, y con Perea nos ha tocao el cupón).


Leo Franco (1): mucho parar penaltys pero se le necesitaba en la falta y se quedó petrificado. No intervino.
Seitaridis (3): casi todo bien, excepto en la última posesión en la que se volvió loco y no miró a sus compañeros. En general defiende con garantías, sabe jugar la pelota y llega hasta la línea de fondo con peligro.
Zé Castro (1): muy blandito en los balones divididos y no convence por alto.
Perea (-1): infernal con el balón en los pies, sólo mal defendiendo. Es un auténtico desastre y el jugador número 12 del rival.
Pernía (0): no hizo absolutamente nada. Bueno, sí, lanzar una falta al cartel de "Eurocolchón".
Maniche (2): aceleradísimo y resolviendo su trabajo a punterazos o con el empeine. Como bien me apuntó mi anfitrión: ¿sabe que existe el interior? Falla cuando llega a gol pero es el único que, de vez en cuando, da un pase aceptable.
Luccin (1): muy flojito en la salida del balón.
Galletti (1): muchos recortes pero siempre sin llegada. Protagonizó un exitoso show llamado "échame un pelotazo que salto", consistente en pegar un brinco y rozar los balonazos con el pelo para entregar la bola a algún contrario.
Antonio López (1): no aportó demasiado.
'Kun' Agüero (1): se busca niño raquítico e infraalimentado perdido en el césped del Calderón.
Torres (3): el último baluarte del orgullo rojiblanco. Lo intentó hasta el final, marchándose en velocidad y llegando con el balón jugado hasta el área chica. Le faltó más claridad de ideas en el último pase o probar el disparo.
Jurado (1): se marchó siempre por la banda pero no supo finalizar. Y defendiendo es el jugador más ridículo de Primera División.
Mista (1): muy poquito que aportar y el partido estaba ya visto para sentencia.

viernes, diciembre 08, 2006

Jornada 13. Betis 0 - Atlético 1

Españoles, Franco ha vuelto
Sul. La Secta

Domingo 28 de Agosto de 2005. Se juega el Atlético - Zaragoza primer partido de la liga 2005-06 y primer partido comentado y analizado a nivel nacional por Tu Raya Rojiblanca.
Sábado 2 de Diciembre de 2006. Betis - Atlético de Madrid. El Atlético gana por la mínima en Sevilla y Leo Franco detiene 2 penaltis.
Entre ambas fechas, 1 año, 3 meses y 4 días, 461 días sin alcanzar la excelencia, 39.830.400 segundos interminables para la hinchada rojiblanca*. Ya acabó. Leo Franco es el primer 4 de la historia de Tu Raya Rojiblanca. Su gesta será recordada durante años de padres a hijos.

Sevilla. Heliópolis. Décimo noveno comienzo del centenario verdiblanco. El Atlético ya había estado en centenarios ajenos y ya había ganado. En concreto en el 98 en el New Camp dónde el resultado final fue 0-1, gol de Jugovic. En el caso del Betis no ha habido tanto revuelo ya que nadie sabe cuál será el partido que valga para ser el del centenario definitivo. Seguramente la semana que viene se celebre otra vez.

Al igual que ocurrió en La Coruña, los del Manzanares fueron un vendaval durante los primeros minutos. Galletti, esta vez sí, jugaba con mucha velocidad, y con la ayuda de Seitaridis formó un ala infernal que fue imparable durante toda la primera mitad.
Torres estuvo a punto de abrir el marcador tras rematar de cabeza un mal despeje por Contreras. Sobre la línea, la defensa verdiblanca despejó el esférico. El Atlético combinaba con acierto en ataque y la sensación de peligro era una constante para la zaga bética. Maniche y Luccin intervinieron poco y por ello el Betis dispuso de algún contraataque interesante que al final no acabó en nada. Luccin estaba desaparecido y Maniche desacertado y a pesar de ello, se seguía manteniando un asedio constante del área rival. Una de las virtudes del Atlético de Aguirre es que no hay ese miedo atávico a incorporarse al ataque para conseguir un gol. Es posible ver en ataque hasta más de 5 jugadores, algo que en temporadas anteriores era impensable. Galletti, Seitaridis, Agüero, Torres y Antonio López llevaban el peso del equipo en combate. Maniche se incorporaba desde atrás pero el luso rozaba la inutilidad.
Sobre la treintena el Atlético ya avisaba del gol. Las internadas por la banda eran frecuentes y el Kun, con su habilidad para hacerse hueco en el remate de cabeza, golpeó desviado un centro del hueso. La jugada siguiente, los rojiblancos tocaron y tocaron, el balón partió de la defensa, pasó por Luccin y de ahí por el centro hasta Maniche, éste a Torres que la devolvió de tacón y el luso abrió a banda, Seitaridis amagó el centró y dejó el balón raso de nuevo a 'O motor' que pegó mal, Agüero trató de controlar y le salió un globo que cayó por donde pasaba Galletti, el Hueso trallonó y adelantó a su equipo.
Tras el gol el Atlético se replegó un poco, el Betis apretó y dispuso de algunas ocasiones que de no haber sido anuladas por fuera de juego hubieran puesto en apuros a Leo, o tal vez no como se demostraría más tarde.
En un pelotazo a la contra Torres se quedó sólo y algo escorado ante Contreras, el ariete remató al cuerpo. Maniche recogió el rechace en la frontal y sin portero, se precipitó y tiró sin controlar cuando había tiempo para más y el balón se fue holgadamente por encima del larguero.
Todavía habría una ocasión más antes del descanso. Pernía botó una falta que tras golpear en la barrera dejó un balón llovido para Torres. El ariete madrileño remató con el hombro cuando estaba sobre la esquina del área pequeña y con el portero descolocado. El balón se marchó fuera.

Todo lo bueno que demostró el Atlético durante la primera mitad, lo sepultó en la segunda. El equipo retrocedió muchos metros, y sobre todo, Maniche y Luccin no hicieron absolutamente nada. Cuando se recuperaba el balón, el contraataque era franco, pero era imposible salir con criterio. A pesar del desbarajuste bético constante, nadie fue capaz de imponer serenidad en el medio campo y nadie fue capaz de recuperar un balón para darse la vuelta, avanzar y poco antes de recibir la entrada, abrir a banda.
Hubo mil jugadas desaprovechadas que en potencia podrían haberse transformado en contraataques peligros, que a su vez, en potencia, serían goles. Nadie tomó el mando.
El Betis ante la inoperancia colchonera, se adelantó cada vez más, y sin realizar nada del otro mundo, se encontró con dos penaltis. En el primero Perea contacta con el pie de Solis que se deja caer. Hay contacto y el delantero se tira, supongo que penalti. Lo que no hubo fue gol. Leo esperó, como se debe hacer siempre, ya que hay miles de lanzadores mediocres que tiran flojo o normalillo y a un lado y sin más, para después si entra, escuchar que han engañado al portero, cuando lo único que ha ocurrido es que el portero es tonto y se la ha jugado a tirarse a un lado. No sólo paró el penal sino que también se lució en el rechace. Por unos segundo recordó al legendario Bufón, la garra negra, que tan famoso ha hecho la parada rodillal.
No mucho después, el árbitro regaló otro penalti al Betis. Seitaridis pugna en el área con Fernando, apoya una mano muerta en la espalda del delantero y el colegiado ve penalti. Muy dudoso. Leo se preparaba. El arquero volvió a esperar y repelió el poco colocado disparo de Fernando. El rechace cayó de nuevo en el ariete que esta vez ya ni remató entre los tres palos.
De ahí al final, Aguirre dejó claro que lo único que iba a hacer el Atlético era aguantar el resultado. Quitó a Agüero(58), Galletti(70) y Torres(75) por Mista, Jurado y Castanha. Desde el último cambio hasta que el árbitro decretó el final pasaron casi 20 minutos de mediocridad y aguante que en otras temporadas siempre significaban empates y hasta derrotas desquiciantes. Misteriosamente este equipo sufre poco y se hace con puntos 'con oficio'.

Tres puntos de oro y ya van 24 en 13 jornadas. Cuartos y a sólo 6 puntos del líder. Ésta ha sido una semana perfecta para los que su alegría se ve afectada por el devenir de su equipo. Una semana de esas en las que se respira paz y felicidad, y se descansa de la carga que se soporta cada vez que el equipo pierde.

Un aspecto que, transcurrido ya un tercio de liga, puede empezar a considerarse como propio del Atlético de Aguirre es el de ser un equipo con opciones reales de ganar en cualquier lado y que lucha y juega para ello. Parece que ya no vamos a perder a estadios de equipos de poca monta. Parece que buscamos siempre los 3 puntos. Ya no hay partidos en los que no creemos ni una ocasión. A mi entender el estilo Aguirre se resume en buscar el primer gol y después aguantar más o menos dependiendo del rival, y tal como yo lo veo eso está a años luz de nuestros anteriores planteamientos. Antes aguantabamos desde el principio consiguiendo por tanto empezar siempre perdiendo y acabar igual. Y si por suerte conseguíamos adelantarnos, siempre nos echábamos atrás sin medir ni calcular las ventajas y los riesgos. Ahora parece que se tiene en cuenta que a lo mejor a veces es mejor tratar de sentenciar que esperar a que te empaten.

Leo Franco (4): Paró 2 penaltis para dar los 3 puntos y puesto de Champions a su equipo.
Seitaridis (3): Sigue rindiendo a un gran nivel.
Perea (3): La pantera negra esta en su mejor momento físico.
Zé Castro (1): Sus despistes son continuos. Se le escapan los desmarques.
Pernía (2) y Antonio López (2): Brillaron menos que en otras ocasiones pero siguieron aportando bastante al equipo. Sigue sin notarse la ausencia de Petrov salvo en la velocidad.
Luccin (1): No apareció en todo el partido.
Maniche (1): Se le vio más que a su compañero pero siempre con desacierto.
Galletti (3): Excelente primera parte donde por fin terminó las jugadas y no se entretuvo en recortes y recortes y recortes.
Torres (2): Falló muchísimo en la definición pero sin embargo estuvo muy acertado en la combinación.
Agüero (1): Muy desaparecido, no acaba de romper.
Mista (1): Entró cuando el equipo ya estaba hundido en su área. No rascó bola.
Jurado (2): En las dos o tres jugadas en las que participó dejó alguna bicicleta y algún pase interesantillo.
Costinha (1): Jugó casi 20 minutos y no le dio tiempo a llegar al cero absoluto.
Aguirre (2): Mérito suyo es que salgamos siempre a ganar, pero demérito también suyo que nos agazapáramos tan bochornosamente. Si hubieramos empatado tendría un 0.


*http://www.timeanddate.com/date/duration.html

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