sábado, octubre 28, 2006

Dieciseisavos de Copa. Atlético 0 - Levante 1

Freno a la Copa
Sul. PPV

Si en su último partido, el Atlético de Madrid sorprendió por su inmunidad ante las graves lesiones acaecidas, frente al recién ascendido Levante lo que destacó fue su horroroso nivel de juego. Finalmente, las notables bajas de Maxi, Petrov y Mista parece que van a pasar factura a un equipo que partía con el objetivo de alzarse con el doblete.

La hora del encuentro, el pobre interés que motiva el Levante, las obras y la falta de conocimiento propiciaron una entrada apocalíptica. Según Marca, apenas 5000 personas -estimación muy excesiva según mi parecer- acudieron al coliseo rojiblanco. Un graderío muy acorde al espectáculo escenificado sobre el campo.

Los primeros 15 minutos fueron de dominio colchonero, que se tradujo en 2 ó 3 tiros lejanos. Por supuesto, como siempre, fueron rasos y sin fuerza ni colocación. Pasados los minutos iniciales, el Levante se dio cuenta de que no había nada que temer y empezó a jugar de tú a tú a su rival. El Atlético de Costinha, Luccin, Maniche y Jurado no lograba crear ninguna jugada de relumbrón, y sin embargo, el conjunto levantino circulaba por las bandas con escasos problemas. Agüero prácticamente ni tocó el balón y Torres bajaba a recibir para acabar perdiendo la pelota al segundo siguiente del control.
El Levante estuvo a punto de marcar en una contra en la que la defensa rojiblanca demostró por enésima vez su debilidad en el juego aéreo, y su facilidad para fomentar las segundas jugadas con sus despejes infantiles.
Las respuestas rojiblancas consistían en conducciones infructuosas de Jurado o pases sin salida a los laterales, que sin ningún apoyo, se ven siempre abocados a encarar sabiendo que van a perder la pelota.
La impresión que daba el Atleti era la misma que ya ha dado mil veces en otras campañas con Ferrando o Bianchi, donde muchas veces no se fabricaba ni una ocasión en todo el partido y ante rivales como el Mallorca o el Racing.

Durante la segunda mitad, Aguirre cambió el sistema. Decidió dar entrada a Valera y Galletti por Luccin y Seitaridis y así intentar jugar más por las bandas, ya que el experimento de tratar de dejarlas para los laterales no estaba saliendo muy bien. Como era de esperar, el equipo siguió jugando exactamente igual de mal. Agüero trató de entrar más en juego, pero cada balón que tocaba era a 40 metros de la portería, rodeado de rivales y de espaldas. Generó muchas falsas que para nada le sirven al Atlético ya que nunca colgamos un balón que acabe en gol ni metemos un gol de libre directo. Tan solo hubo una jugada que destacar: una combinación entre Torres y el 'Kun' que Valera concluyó disparando cruzado desde lejos, sin que el balón fuera entre los tres palos.
Mientras tanto, el Levante intimidaba a Perea y Zé Castro y sus contras terminaban cada vez más cerca del último toque. En una de ellas, tras mil rechaces y paradas de Leo, Nino acabó consiguiendo el gol de la victoria. Restaban sólo 4 minutos para el final.

Se dice que Aguirre, tras el partido y en el vestuario, dijo a la plantilla que la imagen había sido lamentable pero que era un partido y la temporada era larga; no se iba a volver a repetir, y tras ello, dio la mano uno a uno a todos los jugadores y ordenó que el encuentro y su imagen se acabara ahí. Cada uno que saque las conclusiones que sea capaz de tan teatral historia. Yo no las tengo claras.

No es lo mismo jugar con Mista, que con Jurado, con Galletti, que con Maxi, y, con Petrov -por mucho que la gente diga que no hace nada-, que meter a Costinha y dejar la banda para el lateral. Todo apunta a que si el Kun o el Niño no explotan, las siguientes jornadas van a ser de un juego 'ferrandesco', ya que no me puedo imaginar a Maniche y Luccin haciendo una pared y dejando el balón a la delantera, ni a Galletti dando un pase al hueco y dejando solo a Torres, ni a Costinha combinando con alguien. En definitiva, que sólo veo plausibles los goles de jugada de rebote de Torres o disparo de Maniche o jugadón del Kun. Ojalá no tenga razón y haya más opciones.


Leo Franco (2): poco trabajo y el que tuvo lo resolvió correctamente.
Pernía (1): esta a años luz del jugadorazo del Getafe. Aún así yo apostaría por él antes que por Antonio López. Del canterano ya sabemos lo máximo que podemos esperar, del Argentino podría soñarse que volviera a su nivel de hace solo unos meses.
Perea (2): lo de siempre.
Zé Castro (2): toca mejor el balón que Pablo, pero se le nota que no se ve en el equipo. Sólo ha jugado este partido.
Seitaridis (1): vive sin ningún apoyo en el callejón sin salida que son las bandas actuales del Atlético.
Costinha (1): ya ni da palos.
Luccin (2): sigue con sus pases cuasiperpendiculares a las bandas que acaban en el callejón de los laterales.
Maniche (2): el único que intenta pases que sirvan para avanzar.
Jurado (1): tuvo mucho tiempo la pelota durante la segunda mitad, para siempre acabar perdiéndola.
Torres (1): al igual que el resto de jugadores de ataque salvo el 'Kun', es incapaz de aguantar más de dos segundos sin perder el balón. Como el resto del equipo, nunca recibe apoyo.
Agüero (1): casi nunca consiguió darse la vuelta sin perder el balón o ser el blanco de una falta. No lo tiene fácil.
Valera (1): vulgar.
Galletti (1): sus jugadas son lentas y sus centros por tanto tardíos. Se pierde en sus recortes de la banda.
Aguirre (1): debería ser consciente de que el trivote no conduce a nada y buscar algo más original.


jueves, octubre 26, 2006

Jornada 7. Deportivo 1 - Atlético 0

Freno a la liga
Sul. La Secta

Sin caer en el victimismo de la leyenda del pupas que tanto ensombrece la realidad del Atlético de Madrid, se puede afirmar que sólo la mala suerte, y en cantidades industriales, fue la culpable de la derrota colchonera en Riazor. Hasta de 7 ocasiones claras dispusieron los hombres de Aguirre para perforar la meta blanquiazul por tan solo media del Deportivo de la Cocoña. No obstante, fueron los gallegos quienes durmieron tranquilos gracias a la dictadura de los puntos.

Tras las lesiones de Miguel, Maxi y Petrov, -Gabi no cuenta-, muchos éramos lo que intuíamos que se había acabado la facilidad para ganar puntos, y coherentemente nos preparabamos para volver a la edad media del juego Manzanesco, Ferrandesco o Bianchesco. Sin embargo, nada más lejos de la realidad, el Atlético jugó unos primeros 25 minutos como hacía años que no acostumbraba. Galletti y Mista estuvieron a punto de abrir el marcador en los minutos 5 y 10 respectivamente pero como más tarde se comprobó, el balón, como el anillo, tiene voluntad propia, y no quiso entrar. El Atleti era el amo y señor del partido, triangulaba y movía la pelota como si de un grande de Europa -que es- se tratara. Lamentablemente, en el minuto 23 Mista trató de rematar un centro pasado desde la izquierda con la mala fortuna de lesionarse al apoyar. El murciano tuvo que retirarse y estará entre 3 y 4 semanas de baja. Esperemos que efectivamente su ausencia no se prolongue más de un mes, aunque conociendo el devenir de la enfermería rojiblanca desde que el Doctor Villalón tiene uso de razón, no sería de extrañar que fueran 2 meses o bien que reapareciera al mes para lesionarse a los dos partidos y estar otro mes más en el dique seco. El 'Kun' sustituyó al de Caravaca y a pesar de los 65 minutos que quedaban por delante, no brilló al nivel que debiera.
Tras el desconcierto de la baja de Mista, el Deportivo se reconstruyó mínimamente y el rendimiento del Atlético disminuyó.
Antes del descanso, Luccin pegó una falta desde 30 metros con su típico disparo uniformemente rectilineo y acelerado que esta vez sí tomó puerta. Aoute trató de blocar el esférico sin conseguirlo y el balón acabó impactando en el palo. El rechace fue rematado nulamente varias veces por Pablo y Torres sin éxito y para llegar finalmente al descanso con el marcador inicial.

La segunda mitad retomó la tónica del final de la primera. El Atlético dominaba pero sin la claridad de Mista, ni la pegada de Maxi, ni el desborde de Petrov, lo que queda es un Maniche muy presente en todas las parcelas, un Torres voluntarioso y un Agüero que no acaba de explotar entre otras cosas porque siempre recibe de espaldas para ser molido a palos. Lo que no queda es gol.
Torres pudo abrir el marcador con una internada por la izquierda. El 9 de España tuvo el acierto de atreverse por primera vez a tirar con la mala -la izquierda-, y con potencia y el desatino de no tratar de colocar, Aoute aguantó y logró interceptar el esférico.
Hacia el minuto 70, el Deportivo que todavía no había disparado entre los tres palos, botó una falta de esas que si nadie toca, lo mismo la para el portero con una mano y sin tirarse, que entra tontamente tras una estirada tardía. Por supuesto, en el Atleti se dio el segundo caso. Llevamos 3 años sufriendo la misma jugada, y aún más lejos, llevamos 3 años tragándonos córners que la defensa nunca despeja, y, llevamos 3 años sin meter un gol de cabeza tras un centro, córner o algo que vaya por arriba.
Al final, parece ser que el ex rojiblanco Arizmendi rozó mínimamente la pelota y se adjudicó el tanto.
A 10 minutos del final, Agüero dejó un balón de cabeza a Torres, que se encontraba a 2 metros de la portería. El 'Niño' remató a bote pronto y el esférico golpeó en un defensa que se encontraba sobre la línea. Aoute recogió el rebote.
Durante la segunda parte, Maniche lo intentó constantemente desde la frontal, pero sin éxito. Aún así, me arriesgo a aventurar que no sería raro que marcara 4 ó 5 goles desde los 25 metros durante esta campaña. A lo mejor es que me ciega la necesidad de celebrar un gol de un buen disparo lejano -otra cosa que no se estila en este Atlético de los últimos años-, pero lo cierto es que creo que 'O motor' tiene un disparo de lujo, sólo le falta suerte, y creo que va a saber buscarla.

Tres puntos perdidos y una plantilla diezmada; mala semana para un equipo que este año sí iba a dar la talla, pero que no puede luchar contra los elementos y vencer ¿o sí?

Leo Franco (1): como destacó el respetado portero Bufón en una entrevista reciente, lleva 3 años comiéndose el mismo gol.
Valera (1): Arizmendi logra tocar el balón en el gol a pesar de su marcaje.
Perea (2): parece que ha recuperado su explosividad.
Pablo (2): sigue sin oler los balones aéreos.
A. López (2): nada destacable.
Luccin (3): parece que esta temporada sí que aporta algo. Recupera y distribuye con cierto criterio.
Maniche (3): comparado con toda la morralla que hemos tenido últimamente en el centro del campo está muy bien.
Costinha (2): por primera vez en su vida se integró en la creación del juego.
Mista (3): vaya jugadorazo que ha dejado escapar Quique Sánchez Flores.
Torres (2): nunca acabará de salvar al Atleti, ni de cuajar un partido donde el sólo consiga los 3 puntos.
Galletti (2): acompañó sin brillar ni desentonar.
Agüero (1): participó muy poco en el juego. No se puede tener a este jugador recibiendo poco más allá del centro del campo y de espaldas. No sé si será demérito suyo o del entrenador, pero quiero ¡solución ya!
Aguirre(3): el equipo respondió notablemente a pesar de las bajas. Veremos su valía como entrenador en las próximas semanas donde va a tener que sacar lo mejor de los paquetillos suplentes.


domingo, octubre 15, 2006

Jornada 6. Atlético 2 - 1 Recreativo

Ganamos por la mano
Vicente Calderón - Editor Bufón

Siniestra noche de poco fútbol y mucho caos arbitral. El Atlético jugó acomplejado y con prisas mientras Pérez Lima fue el enésimo colegiado que quiso dárselas de estrella en el partido de la Sexta. Es difícil de explicar, pero con la televisión en directo no pueden resistirse a ser los protagonistas, es superior a sus fuerzas. Regaló un penalty al Recreativo y cuando el Atleti naufragaba, devolvió el robo en un 'piscinazo' de Galletti. Poco después, Agüero dio un manotazo al balón y sentenció el partido. Ver para creer.
Luccin volvió a esconderse y Maniche, aunque fue creciendo con el paso de los minutos, no tiene suficiente fútbol en sus botas. Así que volvimos a los balones frontales de Pablo y Perea, a la pelea en solitario de Torres, a las carreras alocadas de los extremos. Por suerte, el Recreativo es un equipo apañado pero está a años luz del Sevilla. Así, no supieron aprovechar los regalos defensivos de los locales y fallaron algunas ocasiones claras antes de la primera media hora. Entonces sí que el Atlético ejerció de 'equipo grande' y se fue a por el partido. Tras un desbarajuste en un córner, Maniche remató de cabeza desde la frontal y mandó la pelota la larguero. Poco antes, una gran jugada de Galletti terminó con López Vallejo vencido en el suelo y Mista se ensañó con el meta tiroteándole con toda la portería para él.
No tenemos suerte con las lesiones. Si el joven Miguel De las Cuevas apuntó maneras en la pretemporada, vio truncada su progresión con seis meses de baja. Esta semana fue Maxi, el puntal del proyecto de Aguirre, el que se fue al dique seco. Parece que Martin Petrov también tendrá que pasar por el quirófano, aunque hasta mañana no sabremos el alcance de su lesión. El búlgaro fue sustituido por Sergio Agüero. La entrada del argentino tampoco cambió nada, porque no recibió balones y el fútbol de medio campo siguió siendo plano y previsible.
En la segunda parte no cambiaron las tornas y el partido parecía abocado al empate sin goles. Aunque el Atlético fue ligeramente superior, parecía incapaz de llegar con claridad y las imprecisiones de Pablo y Perea generaban el pánico cada cinco minutos. En uno de esos desastres en cadena llegó el mazazo: Luccin arrastró la pelota alocado hasta perderla y, en el rápido contraataque, Perea se adelantó a Viqueira pero le devolvió el esférico. Jurado, en misiones defensivas, se cruzó ante el gallego y éste se desmayó. Pérez Lima, hasta entonces igual de malo que todos los personajes con silbato que han pasado por el Calderón, se hizo con un sitio preferente entre los villanos de negro. Señaló los once metros. Javi Guerrero, que llevaba sólo unos minutos en el campo, lanzó flojo y Leo lo adivinó, pero no pudo blocar la pelota. Guerrero recogió el rechace y lo mandó al fondo de la red.
Ahora sí que era imposible construir con sentido, pues a la falta de ideas se unían las prisas y con ellas las imprecisiones. Pudo ser incluso peor. Galletti cometió un clarísimo penalty que el árbitro, bien situado, ignoró por completo. Al poco fue 'el Hueso' el que recibió un gran pase de Maniche, recortó hacia dentro y sufrió una lipotimia en pleno mes de octubre. Pérez Lima, a treinta metros de la jugada, pitó la pena máxima. Torres no falló.
Con el empate, el Recreativo no se descompuso. El partido se abrió y la pelota circuló más rápido, aunque sería el Atleti el agraciado por la ineptitud arbitral. Luccin cabeceó un córner hacia el segundo palo y el 'Kun' Agüero sacó una manaza enguantada y mandó la pelota al fondo de las mallas. Pérez Lima se fue hacia el círculo central. De coña.
Los últimos diez minutos fueron otro acto del teatro del absurdo. El Recre se quedó con uno menos, aunque tuvo que ser todo el estadio el que advirtiera a Pérez Lima de la segunda amarilla de Dani Bautista. Por eso de compensar, también Seitaridis vio el camino de los vestuarios. La noche se oscureció un poco más y la mano negra (o el guante azul), la mano que mece el 'kun', echó los tres puntos al zurrón y desapareció.
Leo Franco (2): acertó en el penalty, aunque pudo atenazar la pelota. No tuvo mucho más trabajo.
Seitaridis (2): bien en defensa y acertado en el centro. Tuvo que lanzar demasiados balones frontales al desaparecer el mediocampo.
Pablo (1): irregular en el marcaje y muy desacertado con el balón en los pies.
Perea (0): horroroso cubriendo al rival y todavía más negado sacando la pelota. No acertó ni con los pases más sencillos y fue el mayor peligro para nuestra portería.
Antonio López (1): pasó desapercibido y no colgó un solo balón sobre el área rival.
Galletti (2): aunque la banda no es su 'hábitat', dejó algunas buenas jugadas y provocó el delirante penalty que anotó Torres. No obstante, debe mejorar su estilo en la caída porque será difícil encontrar a otro Pérez Lima.
Luccin (0): volvió a perderse entre los rivales y ni se le pasó por la cabeza ofrecerse para subir la pelota. Cuando pudo recibir con claridad condujo demasiado y perdió muchos balones importantes.
Maniche (2): intentó descongestionar el juego cambiando la pelota a las bandas o tratando de imprimir velocidad al balón. No estuvo todo lo acertado que debiera pero su actitud fue muy buena.
Petrov (1): no estaba luciéndose demasiado cuando tuvo que marcharse del campo lesionado.
Mista (1): mucho más apagado que en sus últimas actuaciones, no miró a los compañeros y se empeñó en hacerlo todo él.
Torres (2): luchó él solo todo el partido contra los centrales onubenses. Sin hacer nada destacado, sacó faltas y córners ante la falta de imaginación de sus compañeros.
Agüero (2): casi no tocó balón y se limitó a resolver el partido con un feo gesto, muy poco deportivo. Con el tiempo cumplido dio una gran asistencia de gol a Torres.
Jurado (1): tocó muchos balones pero los malogró entre pérdidas y florituras inútiles.
Costinha (sc)
Pérez Lima (sc): gente sin complejos.

viernes, octubre 13, 2006

ACTUALIDAD ATLÉTICA: Grave lesión de Maxi


Maxi se pierde la temporada
Editor Bufón

El césped de la Nueva Condomina sepultó buena parte de las ilusiones de la afición rojiblanca para esta campaña. En el mismo comienzo del partido se produjo la gravísima lesión de Maxi Rodríguez, que le mantendrá seis meses apartado de los terrenos de juego. El mediapunta argentino peleó un balón con Albelda y el mal estado del césped le hizo dar un pequeño escorzo con la rodilla izquierda. Aunque duró unos minutos más sobre el campo, Maxi tuvo que retirarse y se le diagnosticaría rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. Será operado este lunes.
Miguel Ángel Gil Marín ha anunciado su intención de acudir a la justicia ordinaria: "este engendro de partido nos ha costado 15 goles". Puede que incluso más, porque Maxi había arrancado con 3 goles en 4 partidos y llegaba con la vitola de líder del equipo tras su buen Mundial. Una ausencia que lamentaremos mucho todos los colchoneros y puede costar muy cara en la clasificación del Atlético a final de temporada.

domingo, octubre 08, 2006

SELECCIÓN. Suecia 2 - 0 España

Mientras agonizo
Editor Bufón-TVE

Bajo unos tintes inequívocamente siniestros, con un himno nacional tocado con un cornetín desafinado, saltó España al césped de Rasunda. Arrancó con desgana, esperando la derrota y la necesaria destitución de Luis, como el cordero que va al matadero y no se resiste a una muerte segura. No reaccionó tras encajar el gol, siguió oliendo a carroña hasta que llegó la puntilla de los suecos. Un equipo por cierto igual de desangelado que nosotros pero con un punto competitivo que decidió la balanza. España no llegaba ni a equipo, era una banda y de las malas.
El primer gol nos pilló en pañales, corriendo "como pollos sin cabeza" al tratar de defender un 2 contra 3. Casillas se comió el remate de Elmander, que poco después mandaría un trallazo al larguero. Lejos de sacar un poco de orgullo, España siguió jugando por compromiso, arrastrándose sobre el campo como un fantasma. Si no queréis vestir la rojigualda no acudáis a la convocatoria, no nos merecemos el suplicio tártaro al que nos sometistéis. Obligabáis a los españoles a cambiar de canal y volver sin esperanza a vuestro simulacro de partido para ver lo mismo de siempre: Luis mascullando en el banquillo, Albelda perdiendo la pelota, Juanito dando órdenes a no sé quién. Qué sórdido todo, que hedor a muerte y putrefacción, qué impresión de final de una penosa era. Tras muchas citas acudiendo a hacer el ridículo, la próxima Eurocopa la veremos desde casa.
La segunda parte no fue peor que la primera, pero eso no significa tampoco que fuera mejor. Fue un tipo diferente de bochorno. Hubo incluso oportunidades porque la selección sueca es hoy en día muy flojita, pero además de ser lamentable, España ni siquiera tiene suerte. Puyol cabeceó a gol pero un defensa sacó milagrosamente el balón bajo palos. El contraataque fue el final soñado para esta generación de mediocres. Acabó con Puyol deslizándose por el suelo, con Casillas dejándose vencer ante un recorte cualquiera y Allbaeck rematando al animal herido. Sacáis lo peor de vosotros vistiendo los colores nacionales y de vuestros compatriotas arrancáis una sola palabra: VERGÜENZA.
Casillas (0): no le veremos jamás hacer una sola de sus diez mil paradas prodigiosas con España. Todas y cada una están reservadas al Madrid.
Ramos (0): ni ataca ni defiende, se arrastra.
Juanito (0): al menos sale por televisión constantemente y así da la impresión de hacer algo.
Puyol (0): el mejor defensa de la Copa de Europa sigue por los suelos desde el recorte de Zidane.
Capdevila (0): triste regreso.
Xavi (1): muy mal para ser él, pero no es de extrañar con los escuderos que le rodeaban.
Albelda (-∞): es difícil describir con palabras su trabajo de destrucción de la nación española. Con jugadores como él no necesitamos a Zapatero.
Cesc (0): le dio por desfilar entre los centrales con el balón controlado a una velocidad ridícula.
Angulo (1): hizo cosas pero ni por asomo mostró la garra que exhibe con el Valencia. Es de todas formas la clase de jugador que puede vestir la roja: con cierta calidad y sacrificio.
Villa (2): aunque no estuvo acertado ante el gol, fue el mejor de largo. Al menos recorta, busca el tiro, hace cosas con sentido y da la impresión de que quiere ganar.
Torres (-1): impresionante repertorio de pérdidas de balón, reversos sin pelota, tropezones, desplomes... Todo ello de forma lentísima y chocando siempre contra los defensas o contra el duro césped sueco. Ni siquiera él podía pensar que con ese juego podía marcar gol ni de casualidad.
Luis (destitución): si le queda el más mínimo rastro de dignidad, debe dejar inmediatamente de hacerse el sueco e irse a casa antes de humillarnos más a todos.

miércoles, octubre 04, 2006

Jornada 5. Real Madrid 1 - 1 Atlético

El perdonavidas
PPV- Editor Bufón

Hacía mucho tiempo, desde la gran noche de Jimmy Floyd Hasselbaink, que el Atlético no tenía tan cerca la victoria en el Bernabéu. La olfateó de cerca durante todo el partido, sobre todo en un comienzo arrollador y en una última pelota que desperdició Sergio Agüero en un fallo imperdonable. Queda la sensación de que nunca el Atlético hará tanto y el Madrid tan poco y, sin embargo, pasará otro año sin derrotar al gran rival en su cancha.

Aguirre se ha afianzado en el cargo con un planteamiento claro desde el primer minuto: presión en todo el campo, las líneas muy adelantadas, salida rápida del balón y atención especial a Guti. Sus jugadores le entendieron a la perfección y borraron al Madrid del campo durante la primera media hora, robaron la pelota en campo contrario y buscaron con verticalidad la meta de Casillas. Tanta agresividad tuvo su lado negativo: algunas faltas innecesarias sobre Guti que costaron muchas tarjetas y, especialmente, la precipitación en los metros finales. Al aficionado colchonero parecía bastarle esa imagen de equipo bien plantado, luchador y con calidad que desconcertó a un Bernabéu mudo, que entiende que el fútbol consiste en rugir ante las filigranas y piscinazos de los suyos. Pero la noche merecía más.

Especialmente cuando Maxi Rodríguez, ese rematador implacable, arrastró a los centrales y dejó el balón de cabeza al área chica. Vio la llegada de Mista y el murciano superó la salida de Casillas con el exterior del pie izquierdo. El luminoso marcaba el minuto 6 de partido y el Atleti se adelantaba en el marcador en un fogonazo de fútbol brillante y directo. Habría más ocasiones de apuntillar a los blancos, pero esa maldición del "Pupas" que nos persigue desde la final contra en Bayern se apoderó de los nuestros en la suerte crucial. Primero Petrov enganchó una volea soberbia que se marchó unos metros por encima de la escuadra. Poco después, un tiro de Maniche tocó en un defensor y provocó el paradón de Casillas. Y sería de nuevo el portugués el que ignoraría a Torres dentro del área y buscaría una vaselina imposible con la puntera. Aunque para vaselinas criminales nos quedaba todo por ver.

El gol del empate fue el premio a la nada futbolística, a la propuesta de sacar destructores (Emerson y Diarrá) que no destruyen, defensas que no defienden (Cannavaro, Ramos) y delanteros que no tiran a puerta (Van Nistelrooy). El único que sabe tocar la pelota en el Madrid millonario es José María Gutiérrez, un tipo de la casa de 30 años y que quedará siempre en la eterna promesa de la diadema y el taconazo. Aguirre lo sabía y la desgracia le dio la razón: el madrileño encontró dos metros en la banda izquierda y puso la pelota en el corazón del área. El que nunca hizo nada porque nunca sabrá, el torpe "patito feo" que la prensa encumbró a lo más alto: Raúl González Blanco regresó casi un año después al área rival. Surgió desde la noche de los tiempos, enterrado en el anonimato desde que recortó a Juanma López en la prehistoria del fútbol, colocando el interior de su pie derecho para batir por bajo a Leo Franco. Su celebración era nuestro escarnio, el aullido del Bernabéu escocía en la herida eterna de nuestra deshonra. Volver a empezar. El descanso llegó porque era inevitable y gracias a Dios salvó al equipo del Manzanares. Desconcertados y apocados tras el gol blanco, los jugadores se vinieron atrás y perdieron su intensidad defensiva. Sólo cabía esperar que Aguirre les refrescara en el vestuario la receta que tan bien habían aplicado hasta entonces.

No hubo cambios aunque los primeros minutos fueron de dominio indefinido. Poco a poco el Atlético se fue haciendo con el control, ya que Luccin y Maniche volvieron a tener metros para revolverse y jugar el balón con tranquilidad. Sólo Capello puede explicar en su español troglodita a qué juegan dos troncos como Diarrá y Emerson, perdidos en tierra de nadie y que ni crean ni destruyen, sólo transforman el fútbol en algo incomprensible. El Atlético llegaba con menos claridad y sólo Maxi descerrajó la zaga blanca recortando desde el costado izquierdo del área y buscando un lanzamiento raso al exterior de la red. La expulsión de Ramos ayudó. El sevillano se deshizo de Torres con un manotazo y se ganó si no la roja, al menos la segunda amarilla. Cualquier disculpa que haga la afición madridista de la acción de Ramos es definitoria de su conocimiento de este deporte. Con más espacios y contra diez, el Atlético se enredó al hacer más pequeño el campo y eso facilitó la defensa desesperada de los madridistas. El 'Kun' jugó su primer derby y lo hizo casi todo bien, provocando las faltas y abriendo huecos a sus compañeros. Casillas le sacó un tremendo disparo, seco y ajustado al palo, aunque todavía tendría una ocasión más clara de desequilibrar el partido. Pudo ser el héroe pero quiso ser el villano, construyendo una gran pared con Torres y quedándole el balón solo ante la salida de Casillas. El argentino pecó de vanidad, se creyó más grande de lo que es y demostró lo mucho que le queda por aprender del fútbol. Buscó una vaselina innecesaria e imposible, levantando muchísimo el balón y mandando a las nubes el último sueño rojiblanco. Se escapaban vivos.

Leo Franco (3): perfecto como siempre, estuvo a punto de atajar el remate de Raúl y metió un pie extraordinario ante Van Nistelrooy en la primera parte.
Seitaridis (2): se incorporó en alguna ocasión hasta la línea de fondo y defendió con seriedad.
Pablo (2): mejoró notablemente sus últimas actuaciones.
Perea (2): rápido y atento en todas las jugadas.
Pernía (1): no se mostró en ataque y se despistó en el gol blanco.
Maxi (3): el argentino es un jugadorazo descomunal. Canalizó todo el peligro de los rojiblancos con una presencia constante en el remate.
Luccin (2): con metros el francés construye juego con cierto sentido, aunque sigue necesitando a un medio más creativo a su lado.
Maniche (2): no hay color entre él y su compatriota Costinha, aunque marró una ocasión clara por no ceder el balón a Maxi.
Petrov (2): fue bajando de rendimiento con el paso de los minutos, pero su primera parte fue muy buena.
Mista (3): incisivo y luchador, empezó como un vendaval y robó muchos balones que pudieron ser decisivos. Aparte de sacrificarse por el equipo tiene calidad como demostró al anotar su primer gol oficial como rojiblanco.
Torres (1): se empeñó en la jugada imposible, regateando a ochocientos centrales y mediocentros por el medio del campo, cosa muy complicada si se avanza en línea recta como un blindado sin control. Fue el principal artífice del desastre creativo de los últimos minutos.
Agüero (1): muy entonado pero falló en la suerte decisiva y su rocambolesco intento de vaselina no tiene justificación posible. Aguirre debe abroncarle para que no vuelva a repetirse.
Galletti (sc): sin tiempo ni balón, en poder de Torres arrollando a defensas o de Agüero ametrallando pájaros.

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