Tu Raya Rojiblanca

Alineación: Ismael Falcón; Valera (Seitaridis, m. 46), Pablo (Azcárate, m.46), Perea (Ze Castro, m. 46), Antonio López (Pernía, m. 46); Luciano Galletti (Maxi Rodríguez, m. 58), Luccin (Gabi, m. 46), Miguel De las Cuevas (Costinha, m. 46), Martin Petrov ('Kun' Agüero, m. 58); Braulio (Torres, m. 58) y Toché (Kezman, m. 46).

# escrito por Bufón : 21:50  1 comentarios

Y además se le escapó el triunfo en la dramática tanda de penaltys, alzándose Italia con su cuarta Copa del Mundo. La locura transitoria de Zidane, que embistió en la prórroga a Materazzi de un cabezazo, le amargó la despedida a uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos y terminó de matar un partido soso y con poco juego. Desde los once metros, los italianos transformaron sus cinco lanzamientos mientras que Trezeguet envió el suyo al travesaño.

Francia tiene poco gol, pero sabe defenderlo como nadie. Italia lo tiene todo: la mejor defensa y una pegada fulminante. En el minuto 7, una internada de Maloudá dio lugar a un extraño cruce de Materazzi. El central italiano encogió la pierna y tal vez rozó ligeramente al francés, pero en todo caso no lo suficiente para señalar el punto de penalty. Desde ahí, Zidane engrandeció su leyenda con un lanzamiento en suave vaselina por el centro de la portería, que golpeó en el larguero y botó dentro antes de que Buffon atrapara la pelota. Se concedió justamente el tanto y Zidane saboreó la victoria tras haber acariciado el ridículo en su arriesgada apuesta.

Italia no acusó el golpe sino que se fue arriba y completó sus mejores minutos. Materazzi se justificó con un salto prodigioso por encima de Thuram para cabecear a gol en el minuto 17. Tras el empate hubo poco fútbol, porque Italia no lo puso y Francia no lo tiene. El descanso llegó sin pena ni gloria y la segunda parte fue más de lo mismo.

Si hubiera que ir a los puntos, Francia hubiera merecido la victoria porque la segunda parte mantuvo a los italianos encerrados en su área. Henry, sin llegar a ser el de las grandes noches, se peleó él solo con toda la zaga transalpina y Cannavaro se multiplicó para hacerse acreedor al título de "Tu raya rojiblanca" como mejor jugador del torneo. El encuentro fue soporífero, sin ritmo y con pocas ocasiones, hasta que Zidane decidió en medio de la prórroga echar un irreparable borrón al partido de su despedida. Tras intercambiar unas palabras con Materazzi, le dio un tremendo cabezazo y el cuarto árbitro, Medina Cantalejo, vio la acción y fue expulsado. Aunque después la FIFA le declaró mejor futbolista del Mundial, Zinedine Zidane entra en la historia por la puerta de atrás en una reacción indigna del mejor jugador de la última década.

En la tanda de penaltys, los dos porteros estuvieron lejos de cazar cualquier balón y todos los lanzadores se mostraron infalibles, excepto David Trezeguet. El delantero galo, verdugo de Italia en la final de la Eurocopa 2000, se erigió esta vez en villano y mandó la pelota al larguero. No hicieron falta más errores, pues Grosso puso el quinto penalty en la escuadra de Barthez y, 24 años y 6 Mundiales después, hizo a Italia levantar su cuarto título mundial.

Buffon(3), Zambrotta (3), Materazzi (3), Cannavaro (4), Grosso (3); Gattuso (2), Pirlo (2), Perrotta (1) (Iaquinta (2)), Camoranesi (2) (Del Piero (1)); Totti (1) (De Rossi (1)) y Luca Toni (2).

# escrito por Bufón : 10:39  0 comentarios

El fado duerme su último sueño

Editor Bufón-La Sexta

Portugal se deshizo ante una Francia mejor plantada y cayó víctima de su falta de ambición y pegada. Los franceses se adelantaron pronto y Scolari no supo variar un planteamiento basado en mantener su portería a cero y construido sin puntas.

El partido fue aburrido y espeso. No tuvo un dueño claro hasta la media hora de partido, cuando Henry controló dentro del área y Carvalho le derribó sin discusión. El "especialista" Ricardo adivinó el lanzamiento de Zidane pero no pudo evitar el tanto. A partir de aquí, Portugal tuvo que tomar el mando de las operaciones pero no sabe manejarse con el marcador en contra. Sin embargo, Francia tenía el partido donde quería: en la lucha interminable de su poderoso mediocampo.

Pauleta y algunas galopadas del ineficaz Cristiano Ronaldo eran pobres argumentos ofensivos para inquietar a una de las mejores defensas del campeonato. Deco y Figo, con tendencia a irse al centro, terminaron por ser anulados por la pareja Vieira-Makelele, que vive una gloriosa segunda juventud en esta fase final. Sólo Maniche apareció de vez en cuando con algún lanzamiento desde la frontal, aunque sin fortuna. Era un buen recurso porque todas las lagunas de Francia se concentraban en su portería.

En los minutos finales, sólo la inseguridad de Barthez pareció amenazar el triunfo de los "bleus". El meta galo no falló más de lo justo y ni la entrada de Simao y Helder Postiga complicaron la vida a su defensa. Una Francia práctica y destructiva se planta en la final como convidado de piedra de la gran sensación del torneo: Italia. Zidane jugará su última batalla en el partido más importante de la vida de cualquier futbolista. Pero él ya sabe lo que es acariciar la Copa del Mundo.

Barthez (0), Sagnol(2), Thuram(3), Gallas(2), Abidal(2), Vieira(2), Makelele(3), Ribery(3), Zidane (2), Malouda (2), Henry (2).

# escrito por Bufón : 10:42  0 comentarios

Porque en el Planeta Fútbol el tiempo se mide de cuatro años en cuatro años, de Mundial en Mundial y dos mundiales de distancia es casi una generación de futbolistas. Quedaban muy poquitos de la final de Saint Denis en 1998: Cafú o Ronaldo entre los brasileños; Zidane, Vieira, Thuram o Barthez entre los franceses. Aunque en estos ocho años las cosas parecían haber cambiado mucho, la envejecida selección gala recitó de memoria la lección de aquella final y mandó a casa al vigente campeón.

Excepto los primeros diez minutos, de control inicial de los brasileños, y los diez últimos, de asedio desesperado, el resto fue un monólogo del mediocampo francés. Vieira, suplente hace dos mundiales, se agigantó en defensa y en ataque y Claude Makelele le acompañó en la mejor labor de recuperación de balones que hemos visto en muchos años. Zinedine Zidane se resistió al abandono del fútbol con un repertorio excepcional de pases y controles, unos de simple adorno y otros efectivos, que terminó por desesperar a los brasileños. Arriba Francia tuvo a Thierry Henry de "boya", disputando con los centrales igual que en el partido de España y abriendo así espacios a sus compañeros. Ribery y Maloudá cumplieron en las bandas y la defensa, cuando hizo falta, estuvo en su lugar.

Mediada la segunda parte, Francia decantó el partido a balón parado: Zidane sacó una falta desde el costado izquierdo del ataque galo y la maniobra de distracción llevó a todos los defensores el primer palo. Henry se desmarcó en el segundo completamente solo, fusilando a Dida en un bonito remate con el interior del pie. Al mazazo del tanto francés le siguieron unos minutos de humillación al combinado brasileño, que corría detrás de la pelota ante el juego deslumbrante de sus rivales. Ribery por dos veces, primero en una jugada en la línea de fondo que casi desvía Juan a gol y luego en un remate al cuerpo de Dida, pudo haber ahorrado el sufrimiento de los minutos finales. Ronaldo puso algo de incertidumbre con sus arrancadas en la frontal pero hubiera sido injusto que Brasil empatara con tan poquito juego. Parafraseando a nuestro inigualable Andrés Montes, la pizarra francesa mató a las estrellas de la "canarinha": (Video killed the radio star)

Con el planteamiento simple de tener la pelota y robarla con rapidez, Francia borró del campo a una selección sudamericana prepotente, hinchada de títulos y confiada ante el aparente papel crepuscular de su rival de esta noche. Brasil se marcha del Mundial por deméritos propios y por la exhibición espectacular de un auténtico equipo de fútbol. Los "Bleus" van creciendo en este Mundial y amenazan con repetir la hazaña del 98 añadiendo una segunda estrella sobre el gallo nacional. Sería la última victoria de una generación irrepetible.

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