sábado, diciembre 31, 2005
FELIZ AÑO 2006 A LA HINCHADA COLCHONERA
lunes, diciembre 26, 2005
Jornada 17. Osasuna 2-1 Atlético
PATINAZO SOBRE HIELO
Editor Bufón-Autonómicas
Sobre un césped congelado, Osasuna exhibió su oficio y despachó con facilidad a un paupérrimo Atleti. Aunque los colchoneros se volvieron a adelantar en el electrónico, en esta ocasión prescindieron de taquicardias finales y desaprovecharon la ventaja en ocho minutos. El resto del partido fue un bochornoso espectáculo de ineptitud sobre un campo impracticable.
La noche gélida en Pamplona prometía un partido aburrido y lleno de imprecisiones a causa de la capa de hielo que comenzaba a envolver la hierba. El Atlético renunció al balón y decidió jugar sus cartas al contragolpe. Gabi fue el más listo de la clase y lanzó raso desde la frontal: el hielo hizo el resto. Ricardo engulló con hambre la pelota y el rechace en el poste fue recogido por Petrov para inaugurar el marcador.
Ahí terminó el juego atacante de los rojiblancos, que rápidamente plegaron velas y se agruparon en torno al debutante Roberto. El portero del Atlético de Aviación no fue de los destacados aunque tampoco se le puede culpar de la derrota. La inexplicable fragilidad de la pareja de centrales, la falta de calidad en el mediocampo y la desaparición de los atacantes dan una buena idea del alucinante partido disputado en El Sadar.
Sólo cuatro minutos después del gol de Petrov, Osasuna elaboró el gol del empate en una gran jugada colectiva. Uno de sus puntas controló de espaldas en el área y dejó el balón franco en la frontal para el remate de Raúl García. Nadie le salió al paso y el canterano golpeó con el interior lejos del alcance de Roberto. Poco después, en una de las contadas incursiones atléticas en la congelada área contraria, Ricardo sorprendió al equipo con un rápido saque con la mano. Efectivamente, Higuita se adelantó diez años al fútbol. Ni él podía concebir hace una década un equipo más endeble que este Atleti al que se pudiera desarbolar con un saque rápido del meta rival.
El mediocampo estaba donde sólo él sabe. Los delanteros beberían en los bares cercanos, porque nunca se les vio sobre el césped. A la defensa sí la vimos, descolocada y humillada con cuatro pases rápidos. Roberto salió sin decisión a los pies de Romeo y el argentino, a pesar de una mala definición, se reencontró con el gol.
Visto para sentencia el partido, Bianchi no reaccionó tras el descanso. Introdujo un par de incomprensibles cambios: Braulio por Gabi y Manu Del Moral por Petrov. Así deshizo su inoperante trivote (Gabi, Mario y Colsa) y nos ofreció más de lo mismo: ausencia de llegada, control de balón, ideas e incluso ganas. Sólo un gol
abajo en el tanteador, el Atlético parecía sin esperanza ni incluso tensión por conseguir el empate. Sin dudar de la profesionalidad de los futbolistas, la soporífera segunda mitad, sin ocasiones ni posesión, transmitió la impresión de un equipo entregado que ni quería ni podía acercarse al área contraria.
Osasuna pudo ampliar la ventaja con sendos remates al palo de Romeo: de cabeza en el 82, aprovechando el resbalón de Pablo, y de vaselina con el tiempo cumplido. Aún así, perdonó tanto que pudo ocurrir "lo bonito del fútbol". El último balón estuvo en los pies de Perea, que debía botar una falta desde 40 metros y poner el
esférico en el área rival. El colombiano estrelló la pelota en la barrera y acabó él solito con el sufrimiento de Osasuna. Además, definió muy bien lo que le ocurre a este equipo: no necesita rival, pierde él solo.
Roberto (2): mostró oficio en los balones aéreos y detuvo un difícil balón raso. Salió muy blandito en el segundo gol pero fue de los menos desafortunados.
GOLES:
0-1, m. 25: Petrov
1-1, m. 29: Raúl García
2-1, m. 33: Romeo
lunes, diciembre 19, 2005
Jornada 16. Mallorca 2 - Atlético 2
Sul / Mi casa - PPV
Lamentable imagen del Atlético contra uno de los equipos más asequibles de la Liga. El proyecto Bianchi se deshace y la afición no aguanta más. La solución pasa por remodelar totalmente el esquema si es que se quiere evitar el descenso.
La destitución de Bianchi puede quedar sentenciada si el próximo miércoles, contra el Osasuna, no se consiguen los tres puntos.
El partido comenzó bien para el Atleti, en los primeros minutos Maxi a pase de Petrov estableció el 0-1 en el marcador. Poco más se puede comentar del gol, puesto que un fallo en el decodificador de Canal Satélite Digital, en el estudio que 'Tu Raya' tiene situado en mi casa, impidió disfrutar de los primeros 6 minutos. Los continuos recortes de presupuesto del editor Bufón no solo no permiten a la plantilla de reporteros desplazarse con el equipo por los estadios de la Liga, sino que además tampoco subvencionan ningún tipo de mantenimiento de las instalaciones, por lo que tuvieron que ser los conocimientos informáticos del encargado de la crónica los que repararan el aparato.
Una vez subsanadas las dificultades técnicas, ya no hubo excusas para disfrutar de una tarde de fútbol.
El gol del Atleti debió aturdir al Mallorca porque el dominio del centro del campo era rojiblanco. Cada llegada de los madrileños llevaba peligro a la meta de Prats, hasta el punto de que justo antes del cuarto de hora, Colsa, tras un centro de Torres fruto de un bonito regate de tacón, remató de cabezazo ajustado a la cepa del poste consiguiendo el 0-2. Cualquier equipo, contra cualquier equipo, ya tendría ganado el partido. Cualquier equipo salvo el Atleti. Cualquier atlético de a pie, no pensaba en la victoria, sino en que el Mallorca no remontase el partido. Seguramente hasta los jugadores pensaban lo mismo pero el destino es inevitable cuando los encargados de cambiarlo son meningíticos.
Tras el segundo tanto el peligro del equipo balear era ínfimo. Su falta de calidad y su planteamiento ridículo -el Atleti ganaba hasta los pelotazos y saques de portería de la defensa y Falcon- parecían dejar entrever un tercer y definitivo tanto colchonero.
Era posible que algún contraataque conducido por Ibagaza acabase en un buen pase a alguien que estuviese desmarcado por casualidad y la remontada ya fuera imposible incluso contra el Atleti. No fue así. En un corner, resultado de una mala acción defensiva por parte de la zaga rojiblanca, hasta dos veces dos jugadores del Mallorca llegan a cabecear el esférico entre 11 defensas rojiblancos -hasta Torres baja a defender los corners-. Ya no había dudas. Era cuestión de tiempo perder los tres puntos.
Desde ahí al final de la primera parte, la tónica fue idéntica: un Mallorca tetrapléjico se dedicaba a hacer que ponía voluntad pero con peligro cero, y un Atleti 'zahinesco' repetía el partido contra el Alavés, Bilbao, Español...
La segunda parte comenzó igual. No había razón alguna para que no fuera así y lógicamente fue así. El tiempo pasaba y no había peligro por parte de uno ni de otro. El juego del Atleti se limitaba a recuperar el balón a 15 metros de su frontal, pasarlo a algún medio que invariablemente lo perdía sin excepción. Colsa lo perdía intentando pases paralelos a la línea del centro del campo, Petrov lo perdía intentando cabalgadas en cuya trayectoria se le atravesaban obstáculos que no podía traspasar por las leyes de la física. Zahínos lo perdía pasando a cualquier lado o incluso no pasando, haciendo faltas a paquetes que estaban solos y a 50 metros del área. Y por supuesto Ibagaza, ese jugador que incuestionablemente tiene una gran calidad, pero que no juega bien más de 1 partido por año, lo perdía intentando regates sólo accesibles para Maradona y buscando pases largos que por supuesto siempre eran cortados ya que la caída del balón era similar a la de un copo de nieve. Además sus piscinazos en espiral en los que fagocita el balón absorbiéndolo con ambos brazos antes de que el árbitro pite son ya un clásico. Sí, lo sé, yo mismo defendí su entrada en el once, pero me fastidia que este sea su tercer y último año y tampoco vaya a hacer nada.
Respecto a Maxi, todavía no tengo claro si juega los partidos o se sienta de titular en el banquillo a mirar. Eso sí, se echó a Gronkjaer por él y Bianchi le prefiere a Galletti o incluso a Petrov. Simplemente lamentable.
Pasado el minuto 25, incomprensiblemente Petrov empezó a realizar de las suyas por la banda y sacó unos cuantos centros buenos. En uno de ellos Torres realizó un vistoso remate de tijera que se estrelló en el cuerpo de Prats -a algunos nos vinieron a la mente las imágenes de los duelos Sul-Bufón o incluso los Al_Ves_Pacino-Bufón en la playa-. Incluso el búlgaro desperdició un mano a mano, para que en la jugada siguiente, la nula defensa colchonera se comiera el balón y Falcon fuera expulsado tras embestir al delantero bermellón.
Bianchi decidió que era el momento de perder, todavía había alguna opción de tirar los tres puntos. En vez de sustituir al portero entrante por Maxi o Zahínos, se apresuró en retirar a Petrov ya que estaba apareciendo demasiado.
Leo saltó al terreno de juego pero nada pudo hacer en el enésimo corner del Mallorca, donde Velasco -otro gran acierto de Bianchi: sacar a Valera del once no fuera a jugar bien- despejó el balón a 1 metro y al punto de penalti para que Iuliano firmara su primer doblete en toda su carrera. En sus 40 temporadas en la serie A y primera había marcado 9 goles.
Lo único destacable hasta el final fueron los saques en largo con la mano de Leo. Demostró que se puede sacar con una precisión infinitamente superior a la que te permite el pie y a una distancia no muy inferior. Sin duda un avance para el mundo del arquero que no se veía desde la época del gran René Higuita que según el mismo iba 10 años por delante de su tiempo.
Con semejante centro del campo no se puede hacer nada. Zahínos resta, Colsa sobra, Maxi ni resta ni sobra, es cero, e Ibagaza, seamos realistas, tampoco hace nada -no sería titular en ningún equipo decente-. La culpa de todo la tiene Bianchi. ¿Dónde está aquel técnico que tanto gustó a todos el día del Barcelona? No me extrañaría que tras la derrota el próximo miércoles en Pamplona se buscara un sustituto aprovechando el parón navideño. Desde aquí yo propongo a Irureta y a Antic. No os rompáis la cabeza buscando algún súper técnico de juego espectacular a lo Cruyff. Nada más pisar el Manzanares se haría malo.
Es interesante dar una vuelta por la prensa deportiva para constatar la ineptitud periodística de los demás diarios. Casi todos los titulares subrayan la idiosincrasia colchonera de dejarse empatar en los minutos finales y su poco oficio para ganar los partidos. No obstante nadie se molesta en pensar que si se juega a buscar el empate y encima mal, lo normal es que se consiga, o peor aún que se pierda. Solamente un siempre espléndido Manolete –mi padre, periodísticamente hablando- refleja la realidad no sólo del equipo sino del sentir popular, por lo menos de la parte que a mí me toca.
Falcon(0): No sabe salir y no hizo nada interesante en todo el partido.
Velasco(-1): Difícilmente se puede jugar peor.
A. López(0): Pésimo. Estuvo desaparecido gran parte del partido, a lo Maxi.
Perea(0): Sólo corre.
Pablo(0): No sé de que le vale medir 3 metros si nunca despeja un balón de cabeza.
Zahínos(-0): No juega, pero hasta no jugar lo hace mal. Tuvo una buena acción: consiguió la quinta amarilla que le impedirá jugar en Pamplona.
Colsa(2): El mejor, con eso se dice todo. No se puede añadir nada sin empeorar su comentario.
Ibagaza(0): Para revolotear en remolino y pegar a la pelota con la fuerza de una mosca que se quede en su casa.
Petrov(0):No hizo nada y Bianchi le quitó cuando se estaba ganando un 1.
Maxi(s.c): Debió meter el gol en el calentamiento. Y alguien se confundiría y lo subieron al marcador.
Torres(0,5): Me gustó su tijera y su regate de tacón.
Valera(2): El único que jugó bien. No tuvo tiempo para hacerlo mal. El 2 de Colsa es más simbólico que otra cosa.
Leo(2): El nuevo René.
Así lo vio Manolete:
http://www.as.com/articulo.html?xref=20051219dasdaiopi_8&anchor=dasopi&type=Tes&d_date=20051219
viernes, diciembre 16, 2005
F.S. Industriales. Señalemos al Jefe 6-5 Inter-mitente
Cuando los partidos van a morir, cuando pesan las piernas y desaparecen las ideas, los equipos se encomiendan al corazón, el sufrimiento y la garra. La intensidad en cada balón, la solidaridad colectiva y el sentimiento hacen de un buen equipo una máquina invencible, convierten a un puñado de aceptables peloteros en una pandilla de jugones. Eso ocurrió esta tarde en el Indus Arena, el Teatro de los Sueños Industriales, donde SAJ se deshizo de Inter-mitente, líder invicto, por un ajustado 6-5 en un precioso partido.
El 2-0 inicial dio al equipo confianza, aprovechando los errores sacando el balón de los contrarios. Sergio e Increíble anotaron los tantos, demostrando que no faltan a su cita con el gol en el inicio de liga. Se marraron muchas más ocasiones en el mano a mano, demostrando el portero de Inter-mitente su paso como guardameta por las categorías inferiores del Atleti. Y lo que tenía que llegar, llegó: el marcador se niveló hacia el ecuador de la primera parte y se temió lo peor. Pero el equipo siguió llegando, defendiendo con mucho orden y no precipitándose para evitar las peligrosas contras de sus rivales. Dos goles de Sergio devolvieron una cómoda ventaja en el marcador que se pudo perder antes del descanso. SAJ cayó en el peligroso corre-calles de sus contrincantes, más poderosos físicamente y hábiles en el desborde, de tal forma que fue casi un milagro mantener la ventaja al término de la primera parte.
Inter-mitente, antes Funghitivos y antes Notthingam Prisas, ha sido siempre un conjunto de jugones poco ordenados pero avasalladores cuando decidían imponer su superior calidad. En esta ocasión se vieron acorralados y cambiaron a su portero, dejando a Richi (su peor jugador de campo) bajo palos y sacando a la pista a su meta, otro buen pelotero que añadir para romper la muralla rival. Mientras, los sajistas se conjuraron para evitar su hundimiento en las segundas partes y mantener la mayor concentración posible para amarrar los tres puntos.
Y entonces llegó la polémica. Un error llevando el tiempo por parte de los delegados de campo de SAJ nos llevó al absurdo de que, jugados cerca de seis minutos desde el parón, se anunció tras las peticiones sajianas de "última jugada" que restaban aún cuatro minutos. Se detuvo de nuevo el encuentro, se debatió hasta que SAJ accedió a jugar los cuatro minutos solicitados, comprometido hasta el final con la deportividad y a que ninguna mancha empañara su probable triunfo. Con el portero adelantado, Josinho selló la victoria con una vaselina desde medio campo. Inter-mitente apretó el marcador a minuto y medio, pero SAJ supo mantener la pelota y dejar morir el partido en campo rival.
Alineación:
Jugador /Goles /Actuación
Bufón/(portero)/3
Incidencias: en los prolegómenos del choque, Increíble lanzó el esférico al tejado del pabellón. Nuestro felino delegado, Gato, construyó en un momento una pértiga articulada con la que nos devolvió el Roteiro para jugar los segundos 25 minutos
martes, diciembre 13, 2005
Atletismo. Akiles 2005
La siguiente crónica, por estar narrada por el propio protagonista, está destinada en gran medida a su propio deleite. No busca encontrar la aceptación del público en general ni de la crítica en particular. Tampoco la necesita.
Si la escribo es por la insistencia del editor Bufón, y ya de paso por poder revivir en el futuro la sensación de satisfacción que me inundó tras la carrera.
Hora: 9:40. Situación: delante de mi casa. Sólo quedaban 20 minutos para que comenzase la Akiles y todavía había que llegar, dejar el coche, recoger el chip y vestirse con la ropa de carrera. Mi estado de nervios era frenético. No podía creer que tras un año esperando mi carrera favorita y con posibilidades de superar mi mejor marca, me la iba a perder. El coche no pasaba de 90, y yo sólo pensaba en bajar y correr y correr y correr...
Al final logramos aparcar a las 9:50. No había tiempo. Volé hasta la salida. La carrera no había comenzado y ya jadeaba. Recogí el chip, me cambié en un nanosegundo, dejé mi mochila en el guardarropa y aligeré mi vejiga en el lago :D. ¡No había tiempo! Ni siquiera pude protegerme los dedos de los pies, pero ¿acaso tuvo Filípides tiempo de despedirse de los suyos?
Me coloqué en la salida. A pesar de haber estudiado situarme en las posiciones más adelantadas -con la intención de recortar tiempo en el siempre lento primer kilómetro-, la horda de corredores no estaba dispuesta a cederme ningún hueco. Una vez más saldría desde la mitad posterior de la marabunta. Sin tiempo para concentrarme, escuché el pistoletazo, o lo que quiera Dios que fuera, que dio la salida. En ese instante, todavía un poco acelerado por las prisas anteriores, con la mente en otro lado, pensé que las opciones de conseguir mi objetivo eran pequeñas. Estaba tenso y con poca confianza. Daba por sentado que eso me iba a pasar factura, incluso la sombra de alguna excusa expiatoria ya vagaba por mi cabeza. Pero no era el momento de lamentarse, era la hora de la verdad. La Historia ya se encargaría de juzgar las circunstancias. Empecé a correr…
Como siempre mi principio fue adelantando por el barro, entre espectadores, y esquivando árboles y señales. La respiración era fuerte y muy fría, extremadamente fría, como a mí me gusta. En el paso por el primer kilómetro el cronómetro se iba hasta los 4:20 y en el segundo hasta los 8 minutos justos. No estaba mal para los cálculos que me había hecho la noche anterior. Lo importante era pasar por el kilómetro 4 sin superar los 16 minutos. Entre los 2000 y los 4000 metros están las cuestas que deben ser las que dan esa fama de carrera dura a la Akiles, pero que sinceramente, yo no las veo para tanto. Marqué un kilómetro más, el tercero, a ritmo de 4 minutos para ya despuntar un poco en el paso por el cuarto. El cronómetro marcaba 15:42 y estaba bastante contento ya que el año pasado no había sido capaz de pasar por el mismo punto hasta los 16:11. Además las sensaciones eran buenas. Ahora venía una bajada de 2 kilómetros y con el ritmo de carrera de Rivas podía estar en meta en los 36 y mucho, y superar así por fin, mi mejor marca de 37:04.
La agencia jEFE había asegurado que los 10 Km de Rivas estaban mal medidos por ser menos, y por tanto a pesar de que me sentía en mejor forma que nunca, no me atrevía a creer que bajar de 37 minutos era una realidad. No era consciente de que estaba bastante más fuerte que en la anterior carrera, no obstante no iba a tardar mucho en desengañarme.
Los siguientes 2 kilómetros fueron rapidísimos para mi nivel. Tan solo me costaron 6:29. Ya iban 22:11 en total y no había síntomas de extenuación. Ahora sí lo tenía claro, había llegado mi momento. Era tal la fuerza con la que me veía respecto a Rivas que no me quería conformar con marcar un ritmo de 3:40 y bajar ligeramente de 37 en meta. Puse la velocidad de crucero y para cuando me quise dar cuenta ya estaba en el kilómetro 9 con 32:56 en mis piernas.
Entonces conocí al que iba a ser mi rival en la meta. Lo mejor estaba por llegar. Un muchacho de unos 35 años que había adelantado unos 300 metros antes, me sobrepasó a un ritmo muy superior al mío. Era la primera vez en toda la carrera que el que adelantaba no era yo, pero si hay algo que me gusta de correr es el sprint final. A duras penas en el kilómetro 9,5 logré neutralizar su ataque y cuando ya llevábamos 100 metros luchando a la misma altura, otra vez lanzó nuestro duelo con un poderoso cambio de ritmo, (en mi mente los que estaban corriendo eran El Guerrouj y Bekele en la final de 5000 de Atenas, yo Bekele por supuesto, aunque no ganara) pero yo ya veía la llegada y no iba a perdonar. Mentalmente sintonicé el 'gonna fly now' de Rocky y el rayo que no cesa se transformó en el rayo que fulmina. Aproveché para adelantar 2 ó 3 posiciones más y parar el tiempo en 36:06, marcando un último kilómetro llano en 3:10. Lo más rápido que he corrido nunca.
Tras atender la llamada del presidente del gobierno y del líder de la oposición, respiré profundo con el pecho hinchado por la satisfacción del deber cumplido.
El próximo reto es la San Silvestre Internacional pero ahora sin la presión de tener que demostrarme que todavía puedo mejorar.
lunes, diciembre 12, 2005
Jornada 15. Atlético 1-1 Alavés
Ni siquiera el Alavés, hundido en la tabla, pudo aliviar la crisis del conjunto de Bianchi. No llegan los puntos pero tampoco el juego, siendo el partido de esta noche uno de los peores vistos en el Calderón en mucho tiempo. La falta de llegada, mal endémico en los rojiblancos desde el ascenso, no se ha solucionado con la llegada de Kezman, Maxi o Petrov. Siguen faltando alternativas en ataque, circulación de balón y sobre todo remate a gol.
La primera parte fue de claro dominio local aunque sin crear demasiado peligro. El Alavés se mostró como un equipo blandito en defensa, aunque en la contra sorprendió con facilidad al Atlético gracias a la rapidez de Bodipo y Nené. La ocasión más clara fue alavesista: un remate de Bodipo superó a Falcón y Perea, tras unos larguísimos segundos de angustia, sacó el balón sobre la misma línea. Algunos pases al hueco de Ibagaza, mal aprovechados por unos delanteros poco móviles, y las galopadas de Torres por la banda izquierda no salvaron a la hinchada colchonera del bostezo. "El Caño" no se pegó demasiado a la banda para buscar la sorpresa en la mediapunta, pero allí se estorbó con los dos mediocentros y con Maxi, que dejó todo el costado derecho para las subidas de Valera. Pero el pequeño argentino sigue gozando de fervientes seguidores: en el descanso, dos ultras violentos se aproximaron a la cabina de vuestro cronista y uno de ellos trató de intimidarle profiriendo gritos a favor de Ibagaza. Se mantuvo amenazante toda la segunda parte bien cerca de su localidad para presionarle y conseguir una buena puntuación para su ídolo.
Tras la reanudación, más de lo mismo, con la novedad de un Alavés que se estiró y buscó con más interés la portería contraria. Bianchi se llevó la pitada de la grada al retirar a un lesionado Luccin para dar entrada a Zahínos, cambio muy protestado a causa del empate que aún marcaba el electrónico. El partido se embarulló, el Atlético perdió el balón y comenzó a pasar apuros. Sin embargo, en su peor momento llegó la jugada de la noche. Maxi tomó el relevo de Valera por la banda y, tras un gran pase de Ibagaza, colgó el balón al segundo palo. Allí surgió Torres para cazar el balón con un bonito remate y mandarlo al fondo de las mallas. El Calderón liberó toda la tensión con un gran estallido y se vio con los tres puntos en el bolsillo. El primer tanto debía darnos confianza para mantener la posesión del esférico y buscar con calma el segundo.
No ocurrió así. Bianchi retiró a Kezman y dio entrada a Petrov por aclamación de la grada que, siempre insatisfecha, lamentaría la ausencia del serbio cuando el partido se torció. El Alavés, tras la entrada de Aloisi, comenzó a llegar con muchísimo peligro y tanto va el cántaro a la fuente que Sarriegui cabeceó un balón por encima de un adelantado Falcón y puso el empate en el tanteador. El Calderón enmudeció y el Atleti terminó de hundirse. El público se echó encima de los jugadores y de Bianchi, por lo que los últimos minutos fueron un querer pero no poder. Los rojiblancos perdían la pelota en la conducción o en pases cortos, pudiendo el Alavés llevarse la victoria en un remate a bocajarro de Aloisi que paró providencialmente Falcón. Muy poco más: impotencia, nervios, aficionados desfilando antes de la hora y una sonora bronca tras el pitido final. Este Atlético tiene muy mala pinta.
Falcón (1): no aportó demasiada seguridad y se equivocó en el gol, pésimamente colocado y talonando mal en el salto. Como vimos en Bilbao, tiene problemas en las salidas a los pies de los puntas. Se desquitó con una gran intervención en los minutos finales.
lunes, diciembre 05, 2005
Jornada 15. U.D.Almansa. 0 - FC. Cartagena 1
Este Cartagena sorprende a propios y extraños. La solvencia con la que saca adelante partidos parece más que suficiente para asegurar una plaza entre los 4 primeros y optar así al ansiado ascenso a la 2ª División. Porque además, se podrá jugar bien o se podrá jugar mal, o no jugar, como ha sido hoy el caso, pero la sensación de bloque que desprende este equipo es fantástica.
Nuestro enviado especial a Almansa, ciudad de nacimiento del gran don Santiago Bernabeu, tras una copiosa comida en el Mesón de Pincelín (recommmended+++) se dirigió hacia el Polideportivo Municipal del conjunto albaceteño. Las gradas estaban pobladas por la muchedumbre que acudió con el reclamo del gran líder, esperando de su equipo poco menos que un milagro para sacar algo positivo del encuentro disputado esta tarde. Además unos 200 aficionados del Cartagena se acercaron hasta Almansa en autobuses fletados por el club y a modo particular.
Empezaba el encuentro con un Cartagena buscando balones en largo hacia la cabeza bien de Molist, desafortunado en todo su juego una vez más, o del incombustible Sabino. El fuerte viento racheado y las reducidas dimensiones del terreno de juego hacian prácticamente imposible el juego po el piso, que aunque bien cuidado, desde nuestra posición parecía algo "duro". Imprecisión y poco juego fueron la tónica dominante hasta la lesión de De La Fuente en el minuto 20 al producirse una lesión al intentar rematar un balón dividido en la frontal del área local. Su sustituto sería un muy mejorado Natalio, que revolucionó el partido con sus internadas por la banda derecha. El Cartagena entonces tomó las riendas del encuentro y tras un par de acercamientos con peligro botó un córner que no acertó a despejar la defensa y Sabino, atento como siempre, tuvo el aplomo necesario de bajar el balón e introducirlo casi a placer en las mallas. Hasta el descanso lo intentó el Almansa con internadas del ex-cartagenista Irazoki por la banda izquierda y algún balón centrado al área. Poco más.
Tras la reanudación el Almansa se vino más arriba intentando lograr la igualada, pero su ataque desordenado y carente de ideas chocaba una y otra vez sobre una defensa esta tarde sobresaliente. Pudo el Cartagena sentenciar en una ocasión de Molist, lo único reseñable de él esta tarde, pero su tiro desde el interior del área salió a córner desviado por un defensa. Juan Ignacio Martínez no se las veía todas consigo, pues una falta en medio campo era poco menos que una opción de centro al área. Parece mentira que existan campos de estas dimensiones, ya no de ancho que se puede estar más o menos acostumbrado, sino de largo. No mentiría si dijera que es el campo más corto que este humilde cronista ha visto en su vida. Pero ni con balones colgados pudo el Almansa crear peligro en la meta de Caballero y se llegó al final del encuentro.
Caballero (2.): bien hoy por alto. En su línea que lo sitúa como uno de los menos goleados de la liga
Leo (1): simplemente correcto. Aunque tuvo un despiste que pudo traer peligro.
Orlando (2): tras su sanción vuelve uno de los grandes baluartes de este Cartagena. Perfecto
Merino (1): cuando un central pasa inadvertido es buena señal.
Chito (1): menos incisivo que lo que nos acostumbra. Correcto.
Marco (0): no robó balones, aunque tampoco había nada que robar, ya que el Almansa no utilizó el centro del campo, así que su función fue inhabilitada. Fue sustituido
Mariano (1): pasó muy desapercibido hoy. Discreta actuación.
De La Fuente (0): aportación nula hasta su lesión. Que no sea nada.
Conget (1): voluntarioso y animado. Se notó su falta de juego pero se va entonando.
Molist (0): es una de mis debilidades y quizás por ello sea más exigente con él que con el resto. Debe participar mucho más en el juego del equipo, situarse mucho mejor arriba (parece Torres, que siempre está a 2 metros de donde debería) y entrar más en contacto con la bola. Suspendido.
Sabino (2): el killer golpeó de nuevo y ya van 8. En la segunda parte cuando más agobiado estaba el Cartagena tiró de experiencia. Muy bueno.
--------- Sustituciones----------------
Natalio (2): pese a estar en plenas condiciones salía desde el banquillo. Debió tomarselo a pecho pues su incoporación fue el revulsivo que necesitava el Cartagena. Batallador y entregado volvió loca a la zaga manchega
Elías (1): entró por Marco para reforzar la media. Sin papeletas
Etxarri(1): resolvió gracias a su velocidad una situación en los últimos segundos de partido que pudo llevar el empate al marcador. Atentísimo
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La jornada deja líder a un Cartagena solvente con 7 puntos de ventaja con respecto a sus 3 directos perseguidores aprovechando sus respectivos pinchazos y a 8 del quinto clasificado. La semana que viene en el Cartagonova a sacar algo positivo de la difícil visita del Écija que tan sólo ha perdido en 3 desplazamientos.
domingo, diciembre 04, 2005
Jornada 14. Athletic 1-1 Atlético
El "Pupas", el equipo más gafe que vagó jamás por los campos de España, dio esta noche otro insólito recital de fatalidad. Se presentó en San Mamés sin Pablo, Torres y Luccin sancionados, ausencias a las que añadir las lesiones de Velasco y Antonio López. Y una baja que en otro equipo no se hubiese advertido, la del meta suplente Iván Cuéllar, también tomó sentido con la sustitución de Leo Franco a la media hora de juego. Con el partido de cara, olvidó que aquél que es "Clemente" lo paga y se confió a la suerte jugando un partido horroroso. A pesar de todas las penurias, un Athletic moribundo se vio incapaz de batir la portería atlética hasta que en el minuto 95 y medio se conjuraron todos los fantasmas de la historia colchonera para firmar un empate decepcionante.
El encuentro arrancó sin un dominador claro hasta que Zahínos lanzó un balón largo buscando el desmarque de Kezman. La defensa equivocó la marca y el serbio controló bien el balón y remató con la puntera ante la salida de Aranzubía. Con el gol en contra, el Athletic se fue arriba y arrinconó a los pupilos de Bianchi en un calco del partido contra el Español. La defensa de cristal proyectada por el argentino se vio incapaz de frenar las acometidas bilbaínas que, basadas en un juego directo y primitivo, llevaban el peligro a la portería de Leo Franco con insultante facilidad. El argentino, con un tirón en el muslo, fue sustituido en el minuto 38 por el canterano Falcón. Con el paso de los minutos y tras una gran oportunidad de Urzáiz, el dominio local se relajó y el Atlético comenzó a manejar el balón en el medio campo. En la mejor jugada colectiva del partido, Ibagaza y Maxi fabricaron una ocasión clarísima que Kezman malogró inexplicablemente en la boca de gol. Con el juego ya más controlado, los madrileños se fueron a los vestuarios con la tranquilidad del 0-1 en el marcador.
La segunda parte se vivió con menos agobios aunque el Atlético renunció a la posesión del esférico y se encerró demasiado atrás para jugar con el azar. Por fortuna, el equipo de Clemente se encontró sin ideas y el bajón físico de Iraola mermó las subidas por la banda derecha, dando un respiro a Molinero. Tiko y Guerrero sustituyeron al tercer central, Murillo, y al desafortunado Urzáiz. El navarro, justo antes de abandonar el césped, volvió a marrar un balón suelto en el área al rematar contra el cuerpo de Falcón. El juego se fue embarullando; los cambios, lesiones y protestas fueron deteniendo el partido cada vez con más frecuencia. Sin brillantez, pero los tres puntos parecían volar a Madrid para romper la sequía de cuatro jornadas sin triunfo.
Pero cualquier conjunto vence de tarde en tarde en estos partidos sin historia de forma ruin y miserable. "Lo bonito del fútbol" según Agustín, que triunfe la injusticia, sonríe a todos los equipos menos al Atlético de Madrid. El descuento se anunció suplicio cuando se mostraron cinco minutos como tiempo añadido. Conseguimos alejar durante los primeros minutos el balón del área, hasta que Perea regaló un córner en el 93. Aranzubía, incorporado al ataque, remató sin fuerza y desviado cuando un petardo infame lanzado por algún batasuno hijo de puta casi dinamita el oído de Falcón. El árbitro pudo dar por finalizado el encuentro ante el peligro para la integridad física de los atléticos, incluso pudo haber dejado que nuestros jugadores se abalanzaran sobre las gradas para alcanzar al maldito etarra y ajusticiarle como merece la gentuza de su ralea.
Pero no, el trencilla dejó que el reloj corriese por encima del minuto 95. El enésimo pelotazo rupestre encontró otro orificio en el centro de la zaga y el balón quedó muerto en la banda derecha del ataque local. Yeste lo recogió, caracoleó, recortó hacia adentro y puso el centro. Orbáiz emergió solitario en el punto de penalty, saltó sobre todos los defensores y cabeceó junto al palo. Falcón se estiró hacia un balón imposible, llegó con la punta de los dedos y desvió el esférico. Pero no fue suficiente, la pelota tocó en el palo y se alojó en el fondo de las mallas.
jueves, diciembre 01, 2005
El análisis
Le llegó el turno
Malos momentos atraviesan la ribera del Manzanares. Bianchi no acaba de dar con su código, y el proyecto no termina de despegar.
La falta de pegada de las últimas jornadas, está ocultando el verdadero problema. Es cierto que si no se hubiera fallado tanto, ahora se estaría en una posición mucho más cómoda. Con 4 ó 5 puntos más, seguramente se estaría hablando de un Atleti ilusionante y peligroso; estaríamos a la vera del Madrid, y realmente no sería descabellado haber sumado 20 ó 21 puntos. Contra el Villarreal y la Real se fueron 2 y 3 de la manera más colchonera posible, y en otros encuentros, las decisiones arbitrales pesaron mucho. Pero la verdad es, que no hay mediocampo.
Comparto la opinión de Bianchi de que los balones acabarán entrando, y seguramente cojamos una buena racha que nos aproxime o nos meta en UEFA, pero el cuello de botella está en el centro y el salto de calidad depende de él.
Por ahora, salvo el día del Depor y el del Madrid, con todo lo que allí pasó, el Atleti no se ha visto superado por ningún equipo. Las derrotas ante el Celta, Getafe y Real Sociedad nunca debieron producirse si miramos los méritos de unos y otros. Pero la justicia no existe en este país y menos en el fútbol. Es natural y obligado cuestionarse hasta donde se podría llegar si se adoptara la llamada variante Sul: Ibagaza de enganche, a lo Riquelme, Maxi por delante de la defensa, sumándose al ataque -tiene físico para ello- y Galletti en la banda derecha.
Bianchi avisa, "sé que tengo que encontrar una vuelta: cambiar de sistema o jugadores". Palabras que sin duda serían sinceras tras la imagen contra el Español, pero que tras la victoria ante el Alcoyano, donde se disfrutó otra vez con 'el trivote', suenan difíciles de cumplir. Pero confiemos en el Virrey, tengo la certeza de va a darle la oportunidad a Ibagaza. Por ahora se ha jugado con un once más o menos definido, cuyos jugadores han tenido su tiempo y está claro que se han visto sus carencias y virtudes. Nada más van a poder acreditar, es el momento de cambiar. Del sistema actual no hay dudas, del siguiente hay esperanzas. Recordando la continuidad que se ha dado a la mayoría de jugadores, apostaría porque Ibagaza va a tener unos cuantos partidos para demostrar lo que vale. Le llegó el turno. Si no lo consigue difícilmente se alcanzará algún objetivo digno, y no va a ser fácil que lo demuestre ya que tal vez coincida con el 'zahínos' de turno y le lleguen balones con cuentagotas. Si aparece el 'Caño' de Mallorca y Bianchi rectifica en el tema del doble(pivo)te, otro doblete comenzará a ser una realidad.
Todavía queda una tercera vía. Dicen que Maniche está loco por venir al Calderón, incluso ha rechazado ofertas del Manchester United. No es de extrañar ya que según fuentes de 'Tu Raya', su corazón siempre ha sido colchonero, hasta el punto de ser uno más de los que cogía el metro en Oporto para ir al Manzanares. Es mediocentro defensivo, pero no hay que desilusionarse por su carácter de zaguero. Si realmente fuera un crack, podría convencer al coronel de dejar de jugar con dos pivotes y desatenazar al conjunto entero.
El cambio está en manos del Virrey. Contra el Athletic debería probar con otra 'vuelta'. La de Ibagaza al once por Zahínos.
Copa. Alcoyano 0 - Atlético 1
Ni alcoyano ni leches, para moral la de los aficionados del Atleti. Si en lo que llevamos de liga ha quedado patente la ineptitud de este equipo a la hora de materializar ocasiones, contra el Alcoyano no iba a ser una excepción. El recital de oportunidades marradas fue espectacular, y ni siquiera se puede extraer la conclusión de que por lo menos se creó juego. Solo a base de pelotazos y de errores de la zaga rival se fabricaron ocasiones de gol. Una vez más, el centro del campo mostró su faceta más ‘zahinesca’.
Gran parte del encuentro recordó a esos partidos de patio de colegio, de 4º A contra 4º B, donde podían enfrentarse fácilmente 20 contra 30, y donde una nube de niños de múltiples estaturas y pesos chocaban indefinidamente entre sí. La calidad, por lo menos, era similar.
Resulta lamentable y desilusionante reconocer que Zahínos y Mario Suárez, que sustituía a Gabi, no fueron, ni probablemente sean, para nada mejores que los medios de Alcoy. Con tales petardos no solo no se puede frenar al rival sino que la delantera queda totalmente huérfana y se desespera.
El partido comenzó horrible. Los rojiblancos tardaron media hora en crear alguna ocasión de peligro, que se tradujo en un gol anulado a Ibagaza. En los minutos siguientes empezó el recital: El ‘caño’, en un mano a mano con el portero, envió el balón por encima del travesaño. Poco después, Torres, tras una carrera por la banda, tan frecuente en él, encaró entrando por la esquina del área al portero y cruzó en exceso el balón, tan habitual en él.
Malo era el juego del Atleti, pero enfrente estaba un rival pésimo y por lógica tenía que marcar. Pero no fue hasta la segunda mitad cuando se abrió el marcador, y no sin fallar lo infallable. En un pase al hueco ‘decentillo’ de alguien sin determinar, Ibagaza se planta solo, aunque en perpendicular, ante una portería vacía, abandonada por un portero que debía seguir corriendo para interceptar el pase original. Solo había que girar, bastante, pero solo girar el cuerpo para rematar con la izquierda y anotar. Pero claro, la potencia nula de disparo de la plantilla rojiblanca salió a relucir hasta el punto de que el portero tuvo tiempo de llegar a parar el remate que encima iba centrado. Aún quedaba tiempo para que Torres lanzara un pelotazo a la cara del guardameta, pero ya después, Maxi que había entrado por Ibagaza, resolvió una jugada barullo en el área con un disparo fuerte y botando. Era el minuto 20 y todavía quedaba partido suficiente para que Mario Suárez fallara un balón botando a 2 metros de la portería, y para que se sufriera como siempre.
En el último minuto del tiempo reglamentario, el Alcoyano tuvo la oportunidad de empatar pero el balón se marchó rozando el palo, y Leo, como todos, resopló del susto.
Se esperaba un cambio de sistema y de jugadores tras las últimas declaraciones de Bianchi, aunque solo fue de jugadores, es necesario creer que el ‘trivote’ se debió a la obligación de dar descanso a Petrov, Gabi, Maxi y Kezman, que con toda probabilidad serán los encargados de ganar los tres puntos en San Mamés.
Una eliminatoria menos, un paso más hacia el doblete. En La Catedral han de ser tres.