Tu Raya Rojiblanca

Porque en el Planeta Fútbol el tiempo se mide de cuatro años en cuatro años, de Mundial en Mundial y dos mundiales de distancia es casi una generación de futbolistas. Quedaban muy poquitos de la final de Saint Denis en 1998: Cafú o Ronaldo entre los brasileños; Zidane, Vieira, Thuram o Barthez entre los franceses. Aunque en estos ocho años las cosas parecían haber cambiado mucho, la envejecida selección gala recitó de memoria la lección de aquella final y mandó a casa al vigente campeón.

Excepto los primeros diez minutos, de control inicial de los brasileños, y los diez últimos, de asedio desesperado, el resto fue un monólogo del mediocampo francés. Vieira, suplente hace dos mundiales, se agigantó en defensa y en ataque y Claude Makelele le acompañó en la mejor labor de recuperación de balones que hemos visto en muchos años. Zinedine Zidane se resistió al abandono del fútbol con un repertorio excepcional de pases y controles, unos de simple adorno y otros efectivos, que terminó por desesperar a los brasileños. Arriba Francia tuvo a Thierry Henry de "boya", disputando con los centrales igual que en el partido de España y abriendo así espacios a sus compañeros. Ribery y Maloudá cumplieron en las bandas y la defensa, cuando hizo falta, estuvo en su lugar.

Mediada la segunda parte, Francia decantó el partido a balón parado: Zidane sacó una falta desde el costado izquierdo del ataque galo y la maniobra de distracción llevó a todos los defensores el primer palo. Henry se desmarcó en el segundo completamente solo, fusilando a Dida en un bonito remate con el interior del pie. Al mazazo del tanto francés le siguieron unos minutos de humillación al combinado brasileño, que corría detrás de la pelota ante el juego deslumbrante de sus rivales. Ribery por dos veces, primero en una jugada en la línea de fondo que casi desvía Juan a gol y luego en un remate al cuerpo de Dida, pudo haber ahorrado el sufrimiento de los minutos finales. Ronaldo puso algo de incertidumbre con sus arrancadas en la frontal pero hubiera sido injusto que Brasil empatara con tan poquito juego. Parafraseando a nuestro inigualable Andrés Montes, la pizarra francesa mató a las estrellas de la "canarinha": (Video killed the radio star)

Con el planteamiento simple de tener la pelota y robarla con rapidez, Francia borró del campo a una selección sudamericana prepotente, hinchada de títulos y confiada ante el aparente papel crepuscular de su rival de esta noche. Brasil se marcha del Mundial por deméritos propios y por la exhibición espectacular de un auténtico equipo de fútbol. Los "Bleus" van creciendo en este Mundial y amenazan con repetir la hazaña del 98 añadiendo una segunda estrella sobre el gallo nacional. Sería la última victoria de una generación irrepetible.

# escrito por Bufón : 00:20