domingo, enero 29, 2006

Jornada 21. Atlético 3 - 2 Deportivo


Un poderoso Atleti impone su casta
Telemadrid/Editor Bufón

Qué alguien me explique en qué se parece este Atleti al de hace dos semanas. Han sacado la garra, las ganas de jugar, la confianza y el pundonor para demostrar que no son ese tímido equipo perdedor que se ha paseado tantas semanas por los campos de España. Sí, Bianchi fue un error, porque en sólo cuatro partidos Pepe Murcia ha remozado completamente al conjunto para, alineando a los mismos jugadores, hacer que a este Atleti no lo reconozca ni la madre que lo parió.

Con el sufrimiento que está grabado a sangre y fuego en su escudo, el Atleti consiguió los tres puntos en un duelo disputadísimo. Dominó completamente en la primera parte, gracias al planteamiento defensivo del Deportivo y a una asfixiante presión sobre la salida del balón. En la segunda parte Caparrós dio más mordiente a su equipo con la entrada de Rubén y Arizmendi y además los rojiblancos bajaron físicamente, pero supieron ponerse por delante dos veces más hasta hacerse con una merecida victoria.

En los primeros minutos, el Atleti fue un vendaval. Maxi dio el primer aviso con un remate a bocajarro que blocó Molina y, poco después, Torres tiró algo escorado en vez de servir a Kezman al segundo palo. Luccin e Ibagaza dominaron la parcela central e hicieron inútil el esfuerzo de los "sabuesos" deportivistas: De Guzmán y Duscher. Maxi participó poco en el juego y Petrov, como en un peligroso centro despejado por Juanma, puso en aprietos a Coloccini en más de una ocasión. Así llegó el gol atlético, con un exquisito centro de Ibagaza que cruzó el área para ser rematado por el búlgaro en el segundo palo. Molina cubrió bien portería y el rechace fue empalmado en semifallo por Maxi y entró junto al palo derecho. Lejos de encerrarse como habría hecho hace unas semanas, el Atlético siguió controlando el balón pero no llegó con claridad, tan sólo una falta de Petrov y un remate raso de Torres pusieron en apuros a un excelente Molina. Así llegó el descanso con una corta renta para los méritos contraídos en la primera parte.

Tras la reanudación Leo Franco, inédito los primeros 45 minutos, no supo responder ante la primera llegada blanquiazul. Rubén Suárez lanzó una falta desde el pico izquierdo del áre a y el balón, sin tocar en ningún jugador, sorprendió con su bote al cancerbero argentino y se alojó en el fondo de las mallas. Pese a lo brutal e inmerecido del golpe, el Atleti se repuso con rapidez y siguió jugando de la misma manera: buscando la victoria. Así, sólo siete minutos después, una peligrosa falta en el borde del área del Deportivo iba a adelantar de nuevo a los madrileños. A pesar de que el colegiado, lamentable durante todo el partido, no consiguió situar a distancia la barrera, Antonio López la superó con una preciosa parábola y puso la pelota en la escuadra izquierda de Molina. El Calderón rugió y vio cerca los tres puntos.

Pero el frío destino iba de nuevo a poner a prueba la solidez de los pupilos de Murcia. Cuatro minutos después, con el golazo del benidormí todavía en la retina, el Depor supo aprovechar una jugada de estrategia para nivelar el electrónico. Rubén botó un córner, alguien prolongó en el primer palo y Capdevila, en boca de gol, cabeceó a placer en el segundo. Pepe Murcia animó a los jugadores y dio unas claras instrucciones: continuar en la misma línea, huyendo de los derrotismos y teniendo el balón para llegar al área contraria. El partido se puso feo, feísimo, con los visitantes parando continuamente el juego con continuas faltas permitidas por un árbitro que sólo se mostraba riguroso con los de casa. Mención especial merece Javier Arizmendi, un ser ruin que nunca mereció vestir la camisa atlética: en su regreso al Manzanares, se lanzó a la piscina en cada jugada y arañó de la ignorancia del colegiado varias faltas con peligro. Si ese es el respeto que le merecen los colores que le han visto crecer, más vale que no vuelva por el Calderón porque no será bien recibido.

Hacia el minuto 75 el Atlético terminó con la anarquía en mediocampo y se fue descaradamente a por el partido. El acoso final, con dos penaltys no señalados por el árbitro sobre Kezman y Torres, se resolvió de la manera más brillante posible. No podía llegar la victoria desde los once metros, sino en una memorable jugada que resume lo que fue el Atleti esta noche: calidad y raza. Un balón despejado por la zaga cayó a la banda izquierda, donde surgió Petrov como un ciclón para poner un gran centro al primer palo. Allí apareció Maxi, inédito casi todo el partido pero pleno de olfato realizador, con un maravilloso remate de espuela que puso el balón en la escuadra contraria. El estadio se vino abajo y el argentino fue despedido con una gran ovación.

Aún hubo sufrimiento, desesperación, un largo descuento y varias jugadas agónicas sobre la bocina que tuvieron al Atleti injustamente encerrado tras un excelente partido. Pero esta es la razón de ser del club colchonero. Al menos pudimos ver a un conjunto ganador, que sabe responder a los golpes y hace de la presión y la posesión de la pelota sus mejores armas. Con la confianza que le darán los partidos y los principios que se han mostrado esta noche, este equipo puede remontar el vuelo en la segunda vuelta. De momento, un aviso al Barcelona: la semana que viene, su máximo rival por el título llega pletórico para dar una nueva sorpresa en el Nou Camp. Que se vayan preparando.

Leo Franco (1): muy seguro en las jugadas por alto, falló claramente en el primer gol blanquiazul. Sus escasas intervenciones pudieron influir en el error.
Velasco (1): no pudo controlar a un fenomenal Munitis y participó poco en ataque.
Pablo (2): bien al corte y peligroso en el área contraria, volvió a tener problemas de coordinación con Perea.
Perea (2): rápido y expeditivo, cogió confianza con el paso de los minutos aunque está lejos de la "pantera" que fue la pasada campaña.
Antonio López (2): mal en el pase en corto e inseguro en muchas acciones, compensó ese bajo nivel con un gol de antología.
Luccin (3): enorme en la recuperación y rápido en la conducción, salió con enorme habilidad de muchas situaciones difíciles ante el acoso feroz de los mediocampistas rivales.
Ibagaza (3.5): fenomenal partido del argentino, que defendió como nunca lo ha hecho en su carrera deportiva. Oxigenó el juego dando siempre el pase adecuado y sirvió algunos balones excepcionales, como el que acabó resultando el primer tanto del partido.
Petrov (3): intermitente pero muy vertical, sirvió algunos centros extraordinarios y lanzó todas las faltas con muchísimo peligro. Suya fue la asistencia a Maxi en el último gol.
Maxi (3): no colaboró en el juego, pero firmó dos goles, el segundo de ellos inolvidable. Poco más se puede pedir a un mediapunta, que además jugó los ùltimos minutos de ariete tras la sustitución de Mateja.
Torres (2): luchador y muy motivado, sufrió la dureza de la defensa del Deportivo y malogró una ocasión clara en la primera parte por culpa de un mal control. No estuvo acertado en el área rival.
Kezman (1): desaparecido, no buscó bien los desmarques dentro del área y fue sustituido con acierto por Galletti.
Galletti (2): dio mucha guerra en el costado derecho aunque no tuvo tiempo de mostrar más que una buena actitud.
Gabi (s.c.)
Colsa (s.c.)

Comentarios:
LOOOOOOLOLOLOLOLÓ!LOOOOOOLOLOLOLOLÓ!
NOS VAMOS AL 'NEW CAMP'!!! NOS VAMOS AL 'NEW CAMP'!!!NOS VAMOS AL 'NEW CAAAAAAAAAMP'!!!
 
carburamos
 
Efectivamente, ha habido un cambio importantísimo. La cuestión es si Pepe Murcia ha sido el artífice de este cambio, de mentalidad sobre todo, o sólo el hecho de haber cambiado de entrenador. Muy bueno lo de Arizmendi.
 
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