miércoles, noviembre 01, 2006

Jornada 8. Atlético 0 - Zaragoza 1

De vuelta a la Tierra
Sul. Estadio Vicente Calderón

Por tercera vez en poco más de una semana el Atlético de Madrid perdió por la mínima y sin merecerlo. Contra el Deportivo debió llevarse los tres puntos, contra el Levante un empate hubiera sido lo más justo y contra el Zaragoza la victoria de nuevo.
El juego de los rojiblancos mejoró sensiblemente respecto al del partido de copa, aunque no se alcanzó el nivel desplegado en Riazor.
La novedad en el once fue el canterano Victor Bravo que ocupó la banda izquierda. El extremo zurdo cuajó un buen partido y dio la impresión de ser un jugador con el que se puede contar para perfilar el equipo titular de cada domingo.

La primera parte transcurrió con el típico dominio rojiblanco sin ocasiones claras que acompaña a los colchoneros en los partidos en el Calderón. Generalmente el equipo rival suele fabricar una o dos situaciones que ponen en apuros a la defensa y meta rojiblanca, pero en esta ocasión no sucedió así. El Zaragoza ni siquiera intimidó.
El ataque atlético se mostraba escaso de argumentos. La jugada más socorrida consistía en las aperturas de Maniche hacia las bandas para que Galletti, Seitaridis o Bravo centraran. Como siempre, la defensa rival se hartó de despejar balones, ya que sólo Torres y alguno más suelen estar en el área para recibir el centro. Por si fuera poco, lo habitual es que los delanteros se escondan detrás de los zagueros para así eliminar toda posibilidad de marcar. No obstante, tras 150.000 intentos, Luccin se encontró solo en el segundo palo con un balón colgado por Torres. El francés cabeceó fuera cuando tenía toda la portería para él. Los maños no reaccionaron y el Atleti siguió a lo suyo.
Hacia el final de la primera mitad, Bravo recogió un despeje y aprovechando el desorden defensivo, colgó un balón para Galletti que entraba solo y con todo. El argentino remató de cabeza demasiado cerca del arquero, dándole la pequeña oportunidad de realizar la parada de la noche como así se produjo.

Tras la reanudación el Zaragoza lo intentó un poco más dejando muchos espacios, una situación que en teoría debía beneficiar a la plantilla rojiblanca por la velocidad de Torres y por dar aliento al trivote rojiblanco. En teoría, puesto que en la práctica la lentitud de Galletti -que una y otra vez se empeñaba en encerrarse en la banda o en darse la vuelta en vez de arriesgar con pases interesantes- y las continuas perdidas de balón de Jurado -entró sustituyendo a Castanha y nunca conseguió salir del primer regate a pesar de sus mil intentos-, acabaron por abortar toda posibilidad de inaugurar el marcador. El 'Kun' entró por Bravo cuando tan solo restaban 20 minutos de partido, y corroboró que cuando recibe con cierta libertad es un jugadorazo. Todo lo contrario que si se le presiona donde empeora como cualquier otro mundano.
A 5 minutos del final, los aragoneses enlazaron una jugada decentilla que tras un rebote acabó materializándose cutremente. Mención especial merece la actuación de Seitaridis. El internacional griego había recibido una falta, y según el club debería haber permanecido en el campo para que el colegiado hubiera parado el juego. Sinceramente no creo que el jugador tenga culpa alguna, ni creo que el club deba fomentar el estilo de juego de otros equipos como Madrid o Sevilla. La verdad es que fue la primera y última ocasión con peligro del Zaragoza. Un castigo excesivo para el Atlético.


Leo Franco (2): no tuvo trabajo ni culpa en el gol.
A. López (1): sus centros y sus internadas son simbólicas. No destaca tampoco por su gran labor defensiva.
Perea (3): jugando él, Pablo sobra. Le falta el juego aéreo.
Pablo (0): no tocó el balón. No sirve para nada.
Seitaridis (2): está en todas las jugadas a veces bien y a veces mal. Dobla y desdobla a Galletti continuamente.
Costinha (2): cumplió en su misión destructora.
Luccin (2): mantuvo su nivel de esta temporada.
Maniche (3): es el único jugador de toda la plantilla que pasa hacia delante. El problema del medio del campo es que tenemos a tres jugadores para hacer vulgarmente el trabajo que deberían hacer sólo dos.
Galletti (1): una buena primera mitad, pero una segunda en la que se mareó a sí mismo. Siempre intenta el centro cuando ya se ha colocado la defensa y los zagueros son mayoría infinita.
Bravo (2): en ningún momento pareció un jugador de segunda b.
Torres (2): más solo que nunca y recibiendo melones.
Jurado (0): siempre chupa, siempre intenta desbordar y todavía no se ha ido de nadie en ningún partido.
Agüero (2): debe explotar ya o se habrá disipado el mejor jugador del mundo.
Valera (s.c.): en 6 minutos no pudo hacerlo mal.

Comentarios:
Estoy muy de acuerdo con lo que escribes salvo en dos calificaciones:
Galletti: Yo creo que él es el único que crea algo de peligro, aunque a veces se lía sí.
Torres: La culpa de que no le lleguen balones no es suya, pero todo lo que tocó lo arruinó. Un cero clarísimo.
 
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