sábado, febrero 10, 2007

Jornada 21. Valencia 3 - Atlético 1

Siempre se repite la misma historia
Sul. La Secta


El partido fue el sábado en Mestalla, pero ya desde el comienzo de la semana y en Madrid, los que siguen la extraña relación entre las declaraciones de la plantilla y sus inmediatos resultados, sospechaban que algo no iría bien. Siempre que el Atlético se acerca a algún objetivo tras una buena racha de resultados, algún jugador se anima a afirmar que somos aspirantes serios a tal objetivo y que se alcanzará a final de temporada. Y siempre, siempre, siempre, -es un hecho contrastado científicamente- el Atlético pincha ese fin de semana. Siempre se repite la misma historia.
En esta ocasión Galletti aseguró que conseguirían los tres puntos en Valencia. El resultado final estuvo lejos de ello.

No se trata de que los jugadores vayan diciendo que se va a perder, pero no estaría mal que fueran conscientes de que derrotar a un equipo como el Valencia va a ser tremendamente difícil y de que van a tener que estar concentradísimos. Si saltas al campo sin esa mentalidad, te descuidas más y si te descuidas, el rival puede aprovechar y llevarse un partido fácilmente sin ser superior a ti.

El encuentro comenzó sin un gran dominador. Quique planteó una estrategia mediocre y astuta. A pesar de ir cuartos y jugar en casa, el Valencia estaba muy echado a atrás y el Atlético llevaba el peso en el centro del campo. El Atleti era y es el grande y el Valencia la rata astuta que por supuesto se salió con la suya.
Con 6 defensas –Miguel, Ayala, Albiol, Moretti, Albelda y Marchena– los chés formaron un muro muy difícil de franquear para quienes tienen como mariscales a Luccin y Maniche. Cada imprecisión rojiblanca, algo frecuente, acababa en un contraataque rapidísimo entre Villa, Vicente y Morientes –Silva estuvo más apagado–. De haber tenido un jugador con más calidad para aguantar el balón y para dar pases decentes, Albelda y Marchena hubieran mostrado todas sus carencias y hubieran acabado dando palos. El Atlético a lo mejor hasta se hubiera adelantado y Quique se hubiera comido a sus defensas con patatas, pero como cada partido desde hace más de 6 años, estamos condenados a no ver ni un pase al hueco que deje sólo a Torres o a Agüero.

A pesar de todo, como el Atleti no tiene tan mal equipo, y como el Valencia estaba tan atrás, los madrileños llegaban hasta los tres cuartos con bastante frecuencia. En un saque de esquina, se rozó el gol. Mista remató de cabeza y Albelda despejó bajo palos. Poco después el Valencia dio la réplica. En otro córner, Villa la colgó y Ayala, libre de marca y entrando solo, cabeceó a placer. El balón entró por el primer palo dónde Antonio López había dado los pasos justos para no poder interceptar el esférico. La concentración nos pasaba factura.
Hasta el descanso, el Atlético tomo las riendas pero eran los valencianos quienes llevaban más peligro con sus vertiginosas contras. Los rojiblancos tocaban, pero sin ninguna visión era imposible atravesar la gruesa línea defensiva. De vez en cuando, Mista lograba rematar alguna jugada e incluso poco antes del descanso, el murciano dispuso de una ocasión clarísima para empatar. Jurado colgó al área, la zaga se comió el balón y Mista al que le hubiera bastado dar un leve toquecito a la pelota, puso mal el pie de la pierna equivocada y no llegó a golpear.

A los 10 minutos de la segunda parte Vicente se coló por la banda puso un centro raso que se coló entre las piernas de Zé Castro y Morientes solo remató a gol. Con Perea tal vez no hubiera pasado. La velocidad del colombiano seguramente hubiera ayudado mucho en este partido.
Tan sólo 2 minutos después Mista sorprendió a Cañizares con un disparo raso y ajustado desde la frontal que se coló pegado al palo izquierdo. El Atlético se volvía a meter en el partido y estuvo a punto de empatar por mediación de Jurado. Tras un centro de Galletti que había entrado sustituyendo al 'Kun', el gaditano disparó a las nubes desde la esquina izquierda del área pequeña.
En una nueva contra, Vicente centró otra vez una pelota semirrasa que humilló definitivamente a la zaga colchonera. Mientras el Atlético se pasa jornadas y jornadas enteras centrando sin conseguir que ninguno de sus delanteros logre rematar. El Valencia con un centro de lo más sencillo y eso sí, con un delantero que sí sabe que para rematar debe situarse delante de los defensas marcó su tercer gol de 4 disparos.
No hubo más partido. Aguirre además se aseguró de ello sacando a Costinha y a Gabi.

La siguiente jornada contra el Bilbao es vital. Hay que ganar los tres puntos como sea puesto que después tenemos que viajar hasta Sevilla para jugar en el Pizjuán y después en casa contra el maligno, que, aunque está atravesando un mal momento, nosotros somos especialistas en desaprovechar nuestras oportunidades y ellos tirarán una vez y meterán 3 goles.

Leo Franco (2): Recibió 3 goles pero no podía hacer nada en ellos ¿o sí?. Tal vez el especialista Bufón pueda asesorarnos con su amplia experiencia adquirida gracias a su maestro en la playa.
Antonio López (0): No sé qué aporta al equipo.
Pablo (0): No sirve para nada.
Zé Castro (2): Gracias a él, ahora la salida del balón es mucho más sencilla.
Seitaridis (2): Jugó a su nivel habitual.
Luccin (2): Lo mismo de siempre.
Maniche (0): Apareció poco y mal.
Mista (2): Estuvo bastante fallón pero marcó un buen gol y participó mucho.
Jurado (0): Pierde muchísimos balones y encima falló una buena ocasión.
Torres (1): No acabo de conectar con el resto del equipo.
Agüero (1): Estuvo todavía más aislado que Torres.
Galletti (min 63, 2): Llegó bastante por su banda.
Costinha (min 71, 0) y Gabi (min 71, 0): Nadie esperaba nada de ellos.

Aguirre (0): Debe sacar a Pernía ya. Galletti debió jugar todo el partido. La pareja de centrales debe ser Perea y Zé Castro.

Comentarios:
Leo puede hacer más en el tercer gol, donde hace lo único que jamás debe un portero: esperar. ¿Esperar a qué, por qué no sale a un centro blandito y flojo cuando lleva las de ganar? Quedarse atricherado en la portería tiene este tipo de consecuencias: que un compañero lento y torpe pierda la posición y que el delantero remate a placer con toda la portería para él. Leo ni tan siquiera sale un poco para cubrir el disparo, su actuación es lamentable. En cuanto a las rastas...
 
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